Qué riesgos puede provocar echarse la siesta

Echarse la siesta es una costumbre muy típica y un momento de placer para un gran número de personas. Según el Centro Universitario CIESE de Comillas, su origen se remonta a los años posteriores a la Guerra Civil. En esa época lo habitual era que los trabajadores tuviesen más de un empleo para poder mantener a su familia. Por lo que tenían que recurrir a descansar al mediodía para rendir adecuadamente en sus tareas de tarde.

Sin embargo, dormirse todos los días un rato después de comer tiene sus riesgos y puede llegar a perjudicarte. A continuación, te explicamos cuáles son y por qué esto sucede.

Por qué dormir la siesta de manera habitual no es recomendable

Según un estudio publicado en la revista 'Hypertension', de American Heart Association, echarse la siesta de manera regular podría representar un factor de riesgo causal de sufrir presión arterial elevada o problemas cerebrovasculares.

Han obtenido informaciones de 360.000 ciudadanos británicos que estaban entre los 40 y los 69 años, que aportaron exámenes de orina, saliva y sangre de forma regular para su análisis, además de detalles sobre su estilo de vida. El seguimiento a todas estas personas ha durado alrededor de 11 años.

La publicación revela que las personas que a diario se duermen un rato durante el día tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión frente a quienes no se suelen echar la siesta. En concreto, un 12 % más, mientras que es un 24 % más probable que sufran problemas en el cerebro como puede ser un ictus.

El problema no se encuentra en el momento de echarse la siesta como tal, sino en que luego eso repercute en tu descanso nocturno. Las personas que están habituadas a dormir la siesta no suelen descansar lo suficiente por las noches, lo que está directamente relacionado con los problemas de salud citados anteriormente.

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