APRENDEN ESPONTÁNEAMENTE

¿Qué tienen en común los perros más inteligentes?

"La rara capacidad de aprender los nombres de los objetos es el primer caso documentado de talento en una especie no humana", señalan los autores de un reciente estudio.

Perros en el campo

Perros en el campoiStock

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Junto con los gatos, son nuestros compañeros animales favoritos. Ambos tienen sus seguidores acérrimos o defensores de sus cualidades únicas. Pero, sin desmerecer a los felinos del hogar, esta vez vamos a hablar de perros. En particular de aquellos que consideramos (los humanos) más inteligentes. Es necesario aclarar primero que esta consideración es muy subjetiva: los consideramos inteligentes por, por ejemplo, aprenderse el nombre de objetos… una habilidad que no siempre es útil en un entorno salvaje. Por lo tanto, lo de la inteligencia está sujeta a nuestra relación con ellos. Y un poco a la raza.

Si bien todos pensamos que, al igual que nuestros hijos e hijas son los de mayor belleza y astucia, nuestros perros también son especiales. Pero los científicos del Family Dog Project de la Universidad ELTE (Hungría), conocidos por otros estudios en cánidos, han descubierto que algunos tienen talento para aprender cientos de nombres de juguetes.

Debido a la extrema rareza de este fenómeno, se sabía muy poco sobre estos perros, ya que la mayoría de los estudios que documentaron esta habilidad incluyeron solo una pequeña muestra de uno o dos perros. El nuevo estudio de la Universidad de Elte, ha sido publicado en Scientific Reports y aporta algunas posibles características de estos perros excepcionales.

En un estudio anterior, los científicos descubrieron que sólo muy pocos perros podían aprender los nombres de los objetos, en su mayoría juguetes. El equipo, liderado por Claudia Fugazza, quería comprender mejor este fenómeno y, por lo tanto, necesitaban encontrar más perros con esta habilidad, algo que les tomó más tiempo del esperado.

Durante cinco años, los responsables del proyecto buscaron estos perros únicos con la capacidad de aprender palabras (Gifted Word Learning Dogs o GWL por sus siglas en inglés). Tanto es así que en 2020 lanzaron una campaña en las redes sociales y difundieron sus experimentos con perros GWL, con la esperanza de encontrar otros ejemplares con un talento similar.

"Este fue un proyecto de ciencia ciudadana – explica Fugazza en un comunicado -. Cuando el dueño de un perro nos decía que creía que su perro conocía los nombres de los juguetes, le dábamos instrucciones sobre cómo realizar la prueba a su perro y le pedíamos que nos enviara el vídeo".

Luego, se realizó una videoconferencia para probar el vocabulario del perro en condiciones controladas y, si el perro demostraba que conocía los nombres de sus juguetes, el equipo de Fugazza pedía que se completara un cuestionario.

"En este preguntamos a los dueños sobre la experiencia de vida de su perro, su propia experiencia en la crianza y entrenamiento de perros y sobre el proceso mediante el cual llegó a aprender los nombres de sus juguetes", añade el coautor Andrea Sommese.

Los investigadores encontraron 41 perros de 9 países diferentes: Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Canadá, Noruega, Países Bajos, España, Portugal y Hungría. Hasta ahora, los resultados obtenidos señalaban que los perros con más capacidades vinculadas a GWL eran perros de trabajo y, en particular border collies. Animales acostumbrados y criados para recibir órdenes, con interacción constante con un mismo humano y a lo largo de numerosas horas diarias… Pero no siempre es así, el estudio documentó la capacidad de aprender los nombres de los juguetes en algunos perros de razas que no trabajan, como dos pomeranos, un pequinés, un shih tzu, un corgi, un caniche y algunas razas mixtas. Es decir, sin contar con la ventaja de la necesidad de aprender palabras para sobrevivir, algunos las aprendieron por otros caminos.

"Sorprendentemente, la mayoría de los dueños informaron que no enseñaban intencionalmente a sus perros los nombres de los juguetes, sino que parecían aprender espontáneamente los nombres de los juguetes durante sesiones de juego no estructuradas", afirma Shany Dror, coautora del estudio.

Además, la gran mayoría de los propietarios que participaron en el estudio no tenían experiencia profesional en adiestramiento canino y no se encontraron correlaciones entre el nivel de experiencia de los propietarios en el manejo y adiestramiento de perros y la capacidad de estos para seleccionar los juguetes correctos al escuchar sus nombres.

"En nuestros estudios anteriores hemos demostrado que los perros GWL aprenden nuevos nombres de objetos muy rápidamente – concluye Dror -. No es sorprendente que cuando realizamos la prueba con los perros, el número promedio de juguetes conocidos por los perros fuera 29, pero cuando publicamos los resultados, más del 50% de los dueños informaron que sus perros ya habían adquirido un vocabulario de más de 100 nombres de juguetes. La rara capacidad de aprender los nombres de los objetos es el primer caso documentado de talento en una especie no humana. Este estudio nos ayuda a identificar las características comunes que comparten estos perros y nos acerca un paso más en la búsqueda de comprender su habilidad única".

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