¿Qué tipos de moho son los más peligrosos?

Seguro que te has preguntado alguna vez al reabrir un bote medio olvidado de salsa de tomate o de mermelada con una pelusilla de moho sobre el recipiente si tirarlo o comértelo. El moho es un hongo que se produce tanto al aire libre como en lugares húmedos, donde existe una descomposición de la vegetación. En interiores también suele aparecer en lugares con mucha humedad y poca ventilación como sótanos, duchas o debajo de los fregaderos.

Aunque parezcan inofensivos, en ocasiones pueden provocar problemas de salud en las personas sensibles con tan solo tocarlos como reacciones alérgicas, crisis asmáticas, tos, irritación de ojos, congestión nasal y dolor de garganta.

Cuáles son los tipos de moho que existen

Debes saber que existen miles de tipos de mohos y muchos no suelen ser tóxicos. Se clasifican en 3 grupos:

1. Los alergénicos. Suelen provocar enfermedades y, normalmente, empeoran los síntomas de las personas con alergias.

2. Los toxigénicos. Son aquellos que siempre resultan tóxicos para cualquier persona y conviene vivir alejados de ellos.

3. Los patógenos. Normalmente afectan a personas inmunocomprometidas.

Para evitar cualquier tipo de enfermedad a causa del moho se recomienda eliminar cualquier clase de moho con el que convivas. Suelen estar presentes con frecuencia en los alimentos, por lo que el Servicio de Seguridad Alimentaria e Inspecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos establece que no se debe ingerir aquella comida que tenga moho.

Por ello, si los fiambres, las mermeladas o los platos de pasta o carne, salchichas, tocino, quesos blandos y yogures contienen moho no te lo pienses dos veces y deshazte de ellos. Sin embargo, en el caso de las frutas y verduras, los quesos duros también se puede limpiar el moho y aprovechar el resto.

Por qué el moho de algunos quesos no hace daño