AMNESIA INFANTIL
El rápido desarrollo cerebral durante la infancia seria la razón por la que no recordamos nada de cuando éramos bebés
Sigmund Freud lo atribuyó a la represión de recuerdos traumáticos. Sin embargo, la clave estaría en el rápido desarrollo cerebral durante la infancia.

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¿Por qué no recordamos los eventos o acontecimientos de nuestros primeros años de vida? Esto es algo de lo más común, un fenómeno que tiene nombre propio: amnesia infantil.
Aunque Sigmund Freud lo atribuyó a la represión de recuerdos traumáticos, investigaciones sugieren que la causa principal es el rápido desarrollo cerebral durante la infancia.
Durante los primeros años, el cerebro experimenta una intensa neurogénesis, especialmente en el hipocampo, región clave para la memoria. Este proceso implica la formación constante de nuevas neuronas, lo que, paradójicamente, puede interferir con la consolidación de recuerdos a largo plazo.

La alta tasa de creación neuronal podría desestabilizar las conexiones sinápticas existentes, dificultando el almacenamiento permanente de experiencias tempranas.
Por otra parte, la ausencia de habilidades lingüísticas en los bebés impide la formación de narrativas coherentes sobre sus vivencias, lo que limita la capacidad de recordar eventos pasados. El lenguaje es una herramienta fundamental para organizar y consolidar recuerdos; sin él, las experiencias quedan fragmentadas y son más susceptibles al olvido.
La combinación de un cerebro en desarrollo activo y la falta de lenguaje contribuyen a la amnesia infantil. Este olvido no es un defecto, sino una consecuencia natural del crecimiento cerebral y la adaptación cognitiva durante los primeros años de vida.
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