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DÍA DE LA TIERRA

Santiago Gassó, NASA: "Los satélites permiten tomar decisiones estratégicas"

La NASA estudia la Tierra desde el espacio desde 1960. Los datos que extraen sus satélites ayudan a conocer el planeta y elaborar pronósticos acerca de desastres naturales y el cambio climático.

Santiago Gassó, científico de la NASA

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Cuando el Congreso de los Estados Unidos creó la NASA en 1958, entre sus objetivos se encontraban tanto el estudio del espacio como el de la Tierra. Seis décadas después, la Agencia continúa estudiando los fenómenos terrestres, aunque su tecnología ha mejorado drásticamente y el volumen de datos obtenidos actualmente supera con creces al del inicio.

Santiago Gassó, científico de la Tierra del Centro de Vuelo Espacial Goddard, de la NASA, ha hablado con TecnoXplora con motivo del Día de la Tierra. Gassó recuerda que, al principio, la NASA enviaba satélites más primitivos al espacio, eran "cámaras de televisión en una caja negra", comenta.

Sin embargo, en 60 años la tecnología ha avanzado, los satélites han mejorado y las necesidades de las personas han cambiado bastante. Ahora estos satélites disponen de cámaras digitales que son capaces de enviar datos a la Tierra constantemente, incluso fotos cada cinco o diez minutos.

Qué observa la NASA en la Tierra

Con la intención de conocer cómo funciona la atmósfera, el agua y la Tierra en general, la NASA envía sus satélites hasta a 700 kilómetros de distancia de la Tierra solos o en grupos de cinco o seis. Estos grupos de satélites geoestacionarios rotan a la vez que el planeta, por lo que son muy útiles para realizar seguimientos a nubes de polvo contaminante, huracanes y otros fenómenos atmosféricos.

Mediante estos satélites la Agencia también ha sido capaz de observar el aumento de temperatura del planeta por el calentamiento global, además de identificar las distintas nubes de polvo que se sitúan y desplazan por la atmósfera y cómo detectar de forma automática, por ejemplo, la calimao polvo sahariano, como el que llegó a España a mediados del pasado marzo.

Asimismo, en un futuro no muy lejano, de acuerdo con Gassó, la NASA enviará un satélite a la Estación Espacial Internacional que será lanzado desde allí y que permitirá medir y observar de forma más exhaustiva estas nubes de polvo que se sitúan en la atmósfera y la composición de suelos.

Los satélites ayudan a tomar decisiones

Cada satélite es capaz de recopilar una cantidad inmensa de datos. Después, la NASA, junto con otras agencias como la Espacial Europea, ESA, se estudian y sirven para tomar decisiones conjuntas. Al compartir estos datos, los distintos organismos son capaces de producir pronósticos, tanto de fenómenos atmosféricos como el desplazamiento de una nube de materiales contaminados.

Por tanto, con los datos obtenidos a partir de los satélites, los científicos son capaces de verificar "que los pronósticos funcionan", detalla Gassó. Además, toda esta información recogida desde el espacio hace que "los satélites permitan a organizaciones y al Gobierno tomar decisiones estratégicas", continúa.

Por ejemplo, un satélite es capaz de mostrar información acerca de todo el planeta, a nivel global, pero también puede ampliar su detalle hasta un plano local, regional o continental, explica el científico. "Es una herramienta de apoyo para tomar decisiones [...], para estudios de desastres, [...] o localización de incendios" e incluso inundaciones, concluye.

¿Será la NASA más sostenible en el futuro?

A pesar de que Gassó no es experto en los programas de sostenibilidad de la NASA, el científico está seguro de que la agencia sí está implementando técnicas sostenibles para mejorar energéticamente y reducir su huella de carbono.

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