NOS CUESTA DECIR "NO"
Ser un buen compañero en el trabajo es un arma de doble filo, según un estudio
Según los expertos, ayudar y complacer a los demás está bien, pero no cuando anteponemos nuestras necesidades a los otros.
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A todos nos gusta estar en un buen ambiente de trabajo. Tener a nuestro lado compañeros que se prestan a ayudarnos cuando más lo necesitamos, pero ¿qué ocurre cuando somos nosotros los que estamos en ese lado de la moneda? En teoría nos tocaría ejercer el mismo rol, el de buenos compañeros, ¿no?
Hailey Magee, autora del libro Stop People Pleasing and Find Your Power, lo tiene claro al respecto: "ser buenos compañeros está bien, pero es un arma de doble filo".
Según la autora, hay un miedo latente a decir "no" ante cierto tipo de tareas o peticiones en el trabajo. Un deseo de complacer a los demás y en el que anteponemos nuestros propios sueños en favor de los demás. Y al de asumir las responsabilidades de otros se añaden otros comportamientos como no expresar nuestras propias necesidades o ceder ante las presiones sociales. Un conglomerado de circunstancias que, a largo o corto plazo, pueden afectar a nuestra confianza.
El psicólogo laboral Adam Grant ha hablado abiertamente sobre el papel de estos perfiles. Son muy valorados por los jefes debido a su altísima predisposición para colaborar, pero también son los más propensos para sufrir el llamado burnout.
¿Se puede aprender a decir "no" en nuestro entorno de trabajo? Rotundamente sí. Ayudar y complacer a los demás está bien, pero no cuando anteponemos nuestras necesidades a los otros. Magee sugiere que no se trata de dar una negativa a nuestros compañeros o no ayudarlos, simplemente basta en que estar siempre disponibles para ellos no se convierta en la norma habitual.
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