HIGIENE
Siete hábitos que haces muy a menudo que podrían afectar a tu salud
Cosas tan simples y aparentemente inofensivas como hurgarse la nariz podrían poner en riesgo nuestra salud.

Publicidad
¿Quién no se ha hurgado la nariz alguna vez en su vida o está en casa con los zapatos de la calle? A priori, pueden parecer gestos totalmente inofensivos. Sin embargo, estos y algunos hábitos comunes más pueden afectar a tu salud.
Tal y como recoge el medio The Sun, según la farmacéutica Debbie Grayson, "aunque aparentemente son inocuos, pueden tener consecuencias graves". Estos son algunos de ellos:
Hurgarse la nariz
Hurgarse la nariz con frecuencia puede dañar la piel y los vasos sanguíneos, además de aumentar el riesgo de hemorragia nasal. Además, esto puede empeorar si tiene las fosas nasales secas.
"La piel del interior de la nariz es delicada y tiene un gran suministro de vasos sanguíneos que se encuentran cerca de la superficie", explica Debbie.

Al hurgarnos la nariz, todos los gérmenes que hay en nuestros dedos se transfieren a nuestras fosas nasales, lo que puede provocar infecciones bacterianas. Además, si lo hacemos de forma prolongada puede dañar el tabique nasal, que está formado por cartílago, creando un orificio que puede provocar una difícil respiración.
Estornudar en las manos
Las manos son una de las principales vías de propagación de gérmenes, por lo que, al estornudar sobre ellas, transfieres virus o bacterias directamente a las palmas.
Estornudar en las manos puede contaminar superficies comunes como pomos de puertas, teléfonos o teclados. Esto crea un ciclo de contaminación cruzada, poniendo a otros en riesgo de contraer esos gérmenes.
Estar en casa con los zapatos de la calle
La mayoría de personas llegan a su casa y entran con los zapatos de la calle. De hecho, en España por ejemplo, esto es más habitual que quitárselos antes de pisar el suelo.
Esto provoca que los zapatos, que pueden llevar una gran variedad de bacterias, gérmenes y otras sustancias desagradables de las superficies sobre las que caminamos, "contaminen" el suelo de nuestras casas.
Entre las bacterias que podemos meter en casa está la E. coli, que puede causar infecciones en el intestino. "Si entra en tu cuerpo, puedes terminar sufriendo náuseas, vómitos y diarrea severa", asegura Debbie.
Además, en caso de tener niños pequeños que gatean, aumenta el riesgo de que también enfermen.
Bolsas en superficies
Lo más habitual al llegar a casa después de hacer la compra es dejar las bolsas en la mesa del comedor o la encimera. Sin embargo, este simple hecho puede hacer que gérmenes y otras sustancias, que pueden haber estado en contacto con esas bolsas, se transfieran a las superficies.

Dedos en los oídos
Utilizar los dedos o bastoncillos de algodón para limpiarse los oídos puede aumentar el riesgo de dañar los componentes delicados del oído, especialmente el tímpano, una membrana extremadamente delgada.
Esto puede aumentar el riesgo de sufrir zumbidos o pitido en los oídos.
Arrancar pelos de las pestañas
Quitarse pelos de las pestañas continuamente puede hacer que se debiliten o incluso se caigan. Y mucho peor es hacerlo sin habernos lavado las manos, ya que puede provocar infecciones.
Las infecciones oculares incluyen blefaritis (inflamación del párpado), conjuntivitis (infección de la membrana transparente que recubre el párpado y el globo ocular) e incluso orzuelos (protuberancias dolorosas en el párpado causadas por glándulas infectadas).
Limpiar las uñas con tarjetas
Muchas veces, cuando tenemos las uñas sucias, nos las limpiamos con lo primero que pillamos. Por ejemplo, quitarse la suciedad con el borde de una tarjeta, que está sucia, puede introducir bacterias en la zona, aumentando el riesgo de infección.
Publicidad