AUMENTA EL NÚMERO DE PERSONAS QUE NECESITAN GAFAS
'Síndrome Visual Informático’: así es el mal por el que el 70% de los internautas está perdiendo visión
En relativamente poco tiempo hemos dejado de movernos en entornos donde teníamos una visión fijada al horizonte para pasar a enfocar nuestros ojos en unos gadgets que tenemos a pocos centímetros. Y eso tiene consecuencias.
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Explican los expertos en optometría que nuestros ojos estaban preparados evolutivamente para tener una visión al aire libre y con mucha luz natural y que, hasta hace dos siglos, la mayoría de trabajadores pasaban sus jornadas laborales en espacios abiertos –mayoritariamente agrícolas- y fijando la vista más allá del horizonte.
Pero la llegada de la Revolución Industrial durante la primera mitad del siglo XIX metió a un gran número de personas a trabajar en el interior de fábricas, las cuales carecían de buena iluminación. Por ese motivo los ojos tuvieron que empezar a acostumbrarse a pasar largas jornadas de trabajo con mucha menos luz solar y más artificial, pero sobre todo a fijar la vista en máquinas, pequeñas piezas y objetos que se encontraban a una distancia relativamente cercana.
Bien entrados en el siglo XX llegó un inventó que se instaló en todos los hogares: el televisor, por lo que progresivamente cada vez eran más los niños que en lugar de pasar sus horas de ocio jugando en la calle –y enfocando su vista a elementos lejanos- comenzaron a pasarlas frente a este aparato.
La natural evolución tecnológica dio un paso de gigante y en poquísimas décadas nos hemos encontrado rodeados de todo tipo de pantallas a través de las cuales transcurren nuestras horas de jornada laboral, estudio y ocio: ordenadores, tabletas y móviles frente a los que, según sea el caso, cualquier persona puede llegar a estar la mayor parte de su tiempo.
Así, hoy en día las personas menores de 30 años pasan una media de diez horas diarias frente a las pantallas de sus gadgets y por tal motivo se calcula que el 70% de los internautas, o personas que pasen regularmente su jornada frente a un monitor de ordenador o consultando cualquier otro dispositivo con pantalla, padezcan el conocido como ‘Síndrome Visual Informático’ (SVI) por el cual su calidad de visión y salud óptica se ha visto disminuida considerablemente.
Los aquejados del SVI pueden sufrir desde la fatiga visual, a la sequedad ocular (o todo lo contrario, lagrimeo), visión borrosa o doble y picor.
Cada vez son más los oftalmólogos que advierten del deterioro en nuestra calidad visual, dando una serie de recomendaciones con las que evitar el SVI o, al menos, que éste no vaya a más en caso de padecerlo. Uno de ellos es, por ejemplo, apartar la vista de las pantallas cada veinte minutos durante unos treinta segundos aproximadamente y enfocar nuestra mirada hacia el horizonte –mirar por la ventana o al punto más alejado de la estancia en la que nos encontremos-.
Otro de los consejos es que procuremos parpadear más a menudo, debido a que cuando centramos la vista en la pantalla solemos disminuir el número de veces de parpadeo a la mitad.
También destacan que el cada vez mayor uso de pequeños aparatos –como es el caso del móvil-, además de provocar el mencionado Síndrome Visual Informático, está haciendo que haya aumentado progresivamente el número de personas que necesitan usar gafas, así como las que en un futuro cercano padecerán miopía.
Cabe destacar la errónea idea que se tiene sobre el hecho de que leer largo tiempo directamente de una pantalla puede provocar daños debido a la falta de luz. Esto es una creencia que viene desde hace muchos años y en los que antes de la llegada de los móviles, tablets y ordenadores, las madres de aquellos que ya tienen cierta edad les advertían que se quedarían ciegos si leían con poca luz o miraban la televisión a oscuras.
Nuestras pupilas están preparadas para dilatarse cuando estamos en un lugar con poca luz, por lo que, tras un rato casi a oscuras nuestra visión se adecua y podemos ver casi perfectamente.
Evidentemente siempre será mejor si se lee en un entorno más iluminado –y no bajo la tenue luz de una linterna, como hemos hecho casi todos durante nuestra infancia-, pero el hacerlo de una pantalla no debería preocuparnos, ya que la misma está iluminada e incluso nosotros mismos podemos subir o bajar la intensidad de ésta para adecuarla y evitarnos fatiga visual.
Leer un libro o fijar la vista a un gadget con poca luz no nos hará perder la vista, pero sí ayudará a que nuestros ojos se cansen un poco, por lo que se debe descartar como causa del Síndrome Visual Informático lo relacionado con la iluminación de los aparatos. Eso sí, hay que tener muy en cuenta la distancia a la que los utilizamos.
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