Temperatura al sol y a la sombra: ¿realmente varía?

Con la llegada del verano, siempre buscamos resguardarnos del sol en la sombra. Estamos mucho más frescos en estas zonas. Por tanto, pensamos que la temperatura del aire es menor. La realidad no es así, se produce un efecto en el que sentimos una temperatura más baja.

El aire no tiene la capacidad de poder absorber los rayos provenientes del sol. Es como si fueran transparentes para ellos. El proceso que ocurre es que el aire se calienta al entrar en contacto con el suelo. Este absorbe de lleno los rayos del sol y aumenta la temperatura. Refleja este calor, sobre el aire, que si puede absorber la radiación infrarroja.

La sensación que tenemos de que disminuye la temperatura no se produce por el aire, sino porque los rayos del sol no inciden directamente sobre nosotros. El aire únicamente se enfría, cuando el suelo este frío. Fenómeno que solo ocurre por la noche.

Sin embargo, es curioso como el termómetro marca temperaturas distintas entre el sol y la sombra, puede que por estas circunstancias tengamos una perspectiva diferente. Además, los propios indicadores e instrumentos de medición solo se calientan al estar en contacto directo con el sol. Para que los termómetros marquen la temperatura correcta, los distintos elementos e instrumentos deben de estar en contacto realmente con el aire, porque los materiales de los que lo forman reflejan el calor.

Por ello a pesar de que podemos sentir que estamos más frescos, en realidad la temperatura no varía, pero si es importante utilizar estas zonas, para protegernos del calor y sobre todo de los rayos del sol.

El alimento que ayuda a reducir el riesgo de sufrir cáncer