CAMBIOS SUTILES EN LA SALUD MENTAL
Tener depresión podría relacionarse con sufrir un ictus años más tarde
Un estudio de la Universidad de Münster analizó los datos de 10.797 personas para encontrar patrones que vincularan la enfermedad con un accidente cerebrovascular.
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La depresión es una de las enfermedades mentales más extendidas en la población. Ahora, un estudio de la universidad alemana de Münster ha relacionado a las personas que padecen esta enfermedad con el hecho de que podrían sufrir un ictus años más tarde. El estudio se ha publicado en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
Por otra parte, la depresión es un problema común para las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular, como indica la Academiay la autora principal del estudio, Maria Blöchl. La depresión es uno de los problemas más comunes en las personas que han sufrido un derrame cerebral; tanto que "se la conoce como depresión posterior" al ictus, explica.
Asimismo, algunos pacientes pueden tener síntomas de depresión años antes de sufrir un ictus, según la nueva investigación. Según el trabajo, los síntomas de esta patología precedieron al inicio del accidente cerebrovascular y empeoraron aún más después del accidente cerebrovascular.
"Nuestro estudio encontró que los síntomas depresivos no solo aumentan notablemente después del accidente cerebrovascular, sino que también averiguó que las personas ya habían desarrollado algunos síntomas depresivos incluso antes de que ocurriera el accidente cerebrovascular", indica Blöchl.
Seguimiento a 10.797 adultos durante doce años
Para llevar a cabo el estudio, la científica y su colega Steffen Nestler analizaron los datos de 10.797 adultos con una edad media de 65 años. Los participantes no tenían antecedentes de accidentes cerebrovasculares al comienzo del estudio, no obstante, su salud fue seguida durante doce años.
En ese periodo de tiempo, los participantes respondieron a una encuesta cada dos años. En ella se les cuestionaba si habían experimentado síntomas de depresión en la última semana, como sentirse solos, deprimidos, triste o con sueño irregular.
En ese tiempo de observación, 425 personas sufrieron un derrame cerebral y se les comparó con otros 4.249 participantes que no tuvieron un ictus, pero que eran similares en edad, género, identidad racial y otras condiciones de salud.
Depresión dos años antes del ictus
Tras analizar los resultados, los investigadores se dieron cuenta de que seis años antes del accidente cerebrovascular, las personas que luego sufrieron un ictus y las que no obtenían puntajes similares en las encuestas periódicas. Sin embargo, dos años antes del ictus, las puntuaciones de los que tuvieron un ictus después comenzaban a aumentar.
Por otra parte, tras el accidente cerebrovascular, los puntos de los pacientes subían aún más, y se mantenían durante diez años después del ictus. Por el contrario, las puntuaciones de las personas que no sufrieron un accidente cerebrovascular permanecieron aproximadamente iguales durante todo el estudio.
Se producen cambios no detectables
Asimismo, los investigadores encontraron un patrón de resultados. En la evaluación previa al ictus, el 29 % de las personas que estaban a punto de sufrir un ictus cumplían los criterios de probable depresión, frente al 24 % de las que no habían sufrido ningún ictus. Pero en el momento del ictus, el 34 % de las personas que sufrieron un ictus cumplieron los criterios de probable depresión, en comparación con el 24 % de los que no sufrieron un ictus.
Esas cifras eran casi las mismas seis años después del accidente cerebrovascular. "Esto sugiere que el aumento de los síntomas de depresión antes del accidente cerebrovascular son en su mayoría cambios sutiles y no siempre pueden ser detectables clínicamente. Pero incluso un ligero aumento en los síntomas depresivos, especialmente en los síntomas relacionados con el estado de ánimo y la fatiga, pueden ser una señal de que el ictus va a ocurrir", señala Blöchl.
¿La depresión podría predecir el ictus?
Los autores del estudio afirman que "la depresión no es solo un problema posterior al accidente cerebrovascular, sino también un fenómeno anterior al accidente cerebrovascular". Sin embargo, en cuanto a que esta enfermedad mental pueda predecir un accidente cerebrovascular se muestran más reacios: "No está claro si estos cambios previos al accidente cerebrovascular pueden usarse para predecir quién sufrirá un accidente cerebrovascular".
Asimismo, los autores abren la puerta a futuras investigaciones, además de animar a los médicos a controlar los síntomas de la depresión en personas que han sufrido ictus.
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