EN COLABORACIÓN CON LOCKHEED MARTIN
X-59, el avión supersónico de la NASA que volará este año sobre ciudades para demostrar que es silencioso
La agencia espacial planea realizar vuelos a más de 18.000 metros y a una velocidad de alrededor de 1.500 kilómetros por hora.
Publicidad
Han pasado más de 20 años desde de que el último Concorde se quedara en tierra firme para siempre. Ahora, la NASA echa a rodar su particular visión de avión comercial supersónico: el X-59 Quiet Supersonic Aircraft. Te contamos los detalles.
El X-59 es fruto de la colaboración entre la agencia espacial estadounidense y la compañía aeronáutica Lockheed Martin. Este tiene previsto efectuar su primer vuelo este mismo año. Tal y como ha revelado la NASA en la ceremonia de presentación, el artefacto pasará años sobrevolando determinadas zonas pobladas para recabar datos sobre vuelos supersónicos silenciosos, sus efectos y su acogida en esas comunidades.
Se trata de una aeronave experimental con la que la NASA pretende "revolucionar los viajes aéreos, allanando el camino para una nueva generación de aviones comerciales que pueden viajar más rápido que la velocidad del sonido", según explican.
Desde hace cinco décadas, los diferentes reguladores y administraciones que controlan la navegación aérea en muchos países del mundo prohíben que una aeronave pase a modo supersónico sobre tierra firme. El motivo es evitar la bomba sónica que se produce cuando se rompe la barrera, que puede alterar a las personas y a la fauna del lugar. Tan sólo los aviones militares, previo permiso, pueden hacerlo.
Ahora, la NASA planea realizar vuelos con el X-59 desde este 2024 sobre áreas pobladas para recopilar datos sobre cómo percibe la gente el sonido que produce. Estos datos se proporcionarán a los reguladores estadounidenses e internacionales con la esperanza de ajustar las reglas que actualmente prohíben los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra. Según la NASA, estos avances podrían permitir nuevos mercados comerciales de carga y pasajeros en viajes aéreos por encima de la velocidad del sonido.
El X-59 volará a más de 18.000 metros a una velocidad de alrededor de 1.500 kilómetros por hora, pero producirá a su paso un sonido tan fuerte como el cierre de una puerta de un automóvil (75 decibelios), en lugar de la estampida sónica propia de aviones que vuelan por encima de la velocidad del sonido. Mide 29 metros de largo, tiene una superficie alar de nueve metros y capacidad para un solo piloto.
Publicidad