PUEDES BUCEAR A MÁS DE 12 KM/H
Un estudiante crea un jetpack subacuático mediante impresión 3D
El estudiante de diseño de producto Archie O’Brien ha creado un jetpack acuático que permite a su portador bucear sin esfuerzo a 12,8 km/h.
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La vieja ilusión ciberpunk de los jetpacks encuentra en CUDA su reconversión al entorno acuático y un toque de sofisticación. Esos aparatosos macutos provistos de motores y tubos que hacían parecer a su portador como un cohete humano cuando despegaba, si es que lo hacía, no tienen nada que ver con el invento de Archie O’Brien.
Estudiante de diseño de producto en la Universidad de Loughbotough, al noreste de Brimingham, en Reino Unido, Archie se hizo un par de preguntas a sí mismo cuando vio los vídeos promocionales de Seabob. Esta especie de tabla acuática tiene su propio motor y en lugar de servir para flotar, como las que se usan en las piscinas para entrenamiento, sirve para propulsarse. El usuario la agarra de un manillar y regula la potencia a su antojo. De esta forma puede ir por la superficie del agua o por debajo a una velocidad considerable, lo suficiente para que te flojeen los mofletes si abres la boca.
Así, la pregunta primera pregunta de Archie –y la de todos– es cuánto cuesta este Seabob. La respuesta es fácil de encontrar. El estudiante supo que el precio eran 17.000 dólares y entonces le surgió otra pregunta (esta no se la hace todo el mundo). ¿Habría forma de construir algo parecido que fuese asequible?
Lo que ya termina de hacer la selección entre los curiosos que aún se habían hecho la segunda pregunta y Archie es su voluntad de buscar la respuesta. Para hacerlo ha trabajado con impresión 3D, con el fin de mantener los costes bajos. Y ha concluido por desarrollar un jetpack acuático, que funciona bajo el agua.
Al prototipo lo ha bautizado como CUDA y –una mejora respecto a Seabob– deja al buceador las manos libres. El dispositivo permite alcanzar velocidades de 12,8 km/h debajo del agua y verlo en acción hace parecer a su portador un pececillo impulsándose sin esfuerzo.
Archie ha dotado a su original jetpack de un nuevo sistema de propulsión, por el que aún tiene pendiente de registro la patente. Al mismo tiempo ha diseñado 45 piezas, que se imprimen en 3D y se montan en menos de diez minutos. Un ensamblaje rápido que no por ello descuida la estética. Si los jetpacks normalmente se caracterizan por ser un derroche de mecánica desnuda, CUDA tiene unas formas elegantes, todo cubiertas de plástico y diseño pulido.
En principio Archie ha inventado su jetpack, que empezó como un proyecto estudiantil, con fines recreativos. Pero además de bucear en el mar junto a bancos de delfines y bailar en el agua, el estudiante cree que su máquina también podrá servir para labores de rescate. Le ha costado solo un año desarrollar el producto y se espera que el segundo trimestre de 2019 se empiece a producir con vistas a su venta al público.
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