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MEJORA DE DISPOSITIVOS

Los investigadores trabajan en cómo evitar las nauseas y mareos a los usuarios de realidad virtual

Un grupo de científicos está desarrollando dispositivos de realidad virtual que se adapten a la vista de cada persona.

Gafas de realidad virtual

Gafas de realidad virtualandrikoolme en Flickr bajo licencia CC

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Después de pasar mucho tiempo con un casco de realidad virtual puesto, jugando a un videojuego o viendo un vídeo en 360 grados, mucha gente puede sufrir pequeños mareos, náuseas o incluso dolores de cabeza. Aunque es más probable que esto suceda con un dispositivo de baja calidad, como las gafas baratas de cartón, también puede pasarte con uno de más de quinientos euros. ¿Por qué?

Esto sucede simple y llanamente porque las imágenes que ves no están optimizadas para tus ojos, que pueden sufrir cualquier trastorno común como miopía o hipermetropía, o simplemente el desgaste normal de la edad.

Las diferencias de visión pueden provocar una experiencia mala, por lo que un grupo de investigadores de las universidades de Stanford y Dartmouth se pusieron manos a la obra para que la gente no se sintiera como después de haberse montado en la montaña rusa de un parque de atracciones.

Así, para solucionar estos desajustes entre el ojo y la máquina están desarrollando unos cascos que puedan adaptar la forma en la que se muestran las imágenes para tener en cuenta la edad y otros factores que alteran la forma en la que vemos: si podemos personalizar otras experiencias tecnológicas, ¿por qué no íbamos a poder disfrutar de la realidad virtual sin sufrir?

Enfoque adaptativo

El mayor problema que quieren resolver es evitar la sensación de no naturalidad al enfocar que sentimos cuando nos colocamos estos cascos en la cabeza. En la vida real, una vez que nuestros ojos enfocan un punto todo lo demás se queda como telón de fondo.

La realidad virtual hace más difícil esto porque el dispositivo está fijado en un punto relativo a nuestros ojos, lo que provoca una fatiga visual al cabo de un tiempo de uso. Esto puede suceder a un joven con gafas o a una persona mayor con presbicia. Y, lamentablemente, en ambos casos no hay manera de tener una configuración óptima.

Los investigadores, según cuentan en un artículo en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', han probado correcciones tanto de hardware como de software para poder cambiar el plano focal de una pantalla de realidad virtual.

Para este “enfoque adaptable” usaron dos opciones con la finalidad de evitar la dificultad de enfoque al tener la pantalla tan cerca de la cara. Una fue una lente líquidas ajustables apretando una especie de dial, mientras que la otra funciona como lentes binoculares que mueven la pantalla hacia atrás y adelante.

Ambas incorporan una tecnología de seguimiento ocular para averiguar lo que estás buscando, aunque de momento no han logrado adaptarse a los que sufren astigmatismo. Eso sí, los investigadores aseguran que “esto es sólo el principio” y que siguen trabajando en ello.

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