CAÍDA EN EL BALANCE
La paradoja del iPad: ¿por qué vende cada vez menos?
Mientras el iPhone sigue arrasando y llevándose casi todos los beneficios que deja la industria de la telefonía móvil, Apple tiene un problema entre manos: el iPad.
Publicidad
Con el iPad ocurre algo curioso: lleva tres años exactos vendiendo cada vez menos. No hay un solo trimestre en que haya vendido más que en el mismo trimestre del año anterior. Y tres años es demasiado tiempo, así que la situación comienza a ser dramática porque no se da con la solución.
Los últimos movimientos de Apple para revertir la tendencia han sido presentar una versión vitaminada con anhelos profesionales (iPad Pro de 12.9”), otra igual pero de menor tamaño y por tanto a menos precio (iPad Pro de 9.7”), y por último una versión del iPad 'tradicional' más barata que nunca. Por el momento, nada ha funcionado.
La pregunta clave es… ¿qué hace que el iPad venda cada vez menos? Algunas consideraciones:
Un iPad es para siempre
Naturalmente no es “para siempre”, pero sí dura muchos más años en buena forma que los teléfonos móviles.
Tim Cook comentó a finales de 2016 que “la base de usuarios del iPad estaba en cifras récord”. Por eso, aunque cada vez se vendan menos iPad, hay más personas usándolos: duran mucho, tanto que hay 'demasiados' usuarios felices con sus iPad 2, de tercera o cuarta generación, ajenos a los modelos recientes.
La fórmula Pro no es suficiente
A día de hoy, un iPad Pro permite cierta satisfacción para ciertas profesiones, pero sigue lejos de poder ser considerado como un ordenador. Ese momento llegará, pero desde luego no ahora, y menos con un iOS que no deja de ser poco más que una “versión grande” del que lleva el iPhone.
La propia contracción del mercado de tablets
No todo es cosa únicamente de Apple: las tablets se venden cada vez menos. El pico de ventas de entre 2011 y 2013 nunca ha vuelto a repetirse: algunos consumidores han descubierto que su utilidad real no es la misma que esperaban.
Los móviles cada vez más grandes
En una época en la que nuestros teléfonos móviles solían tener pantallas de entre 3.5 y 4.2 pulgadas en promedio, hacerse con una tablet tenía bastante sentido para disfrutar más de contenidos audiovisuales. Los móviles fueron creciendo y hoy en día es muy extraño -iPhone 6 / 6s / 7 aparte- ver terminales a la venta con paneles de menos de 5 pulgadas. Incluso se están normalizando las ~6 pulgadas.
Entonces, ¿es tan necesaria una tablet si las pantallas de nuestros teléfonos ya tienen tamaños más que aceptables, las llevamos siempre encima, y nuestra inversión suele estar mucho más justificada?
Todo esto ha sucedido en un momento que convierte la situación en paradójica: cuanto más ambición ha puesto Apple en empujar las ventas y la popularidad del iPad (incluso con campañas de marketing anunciándolo como un ordenador), menos y menos se han vendido.
Ya son la cuarta división de Apple por ingresos, tras el iPhone, los servicios y los Mac. Veremos qué ocurre en los dos próximos años.
Publicidad