Preservativos para USB o cómo cargar tu móvil en un ordenador sin miedo al malware

Cuando en 2010 los responsables del programa nuclear iraní se dieron cuenta de que un troyano había infectado los sistemas y estaba causando estragos, nadie pensó en que todo partía de un USB. Al menos hasta meses más tarde, cuando la compañía de seguridad Symantec señaló este medio de transmisión como la causa que paralizó las centrifugadoras de la planta nuclear iraní y que retrasó años el programa.

Más recientemente, a principios de junio, cuando la tormenta de WannaCry ya había pasado, un operario de mantenimiento en Australia conectó un USB a una cámara de tráfico, de esas que reposan sobre los semáforos en busca de infractores al volante. Resultó que el dispositivo contenía el temido ransomware y este se expandió por toda la red de cámaras, así como por los radares de tráfico. El estado de Victoria ha tenido que retirar unas 8.000 multas por no poder acceder a los datos.

Y todos estos problemas partieron de un USB. Esto deja claras dos cosas. La primera de ellas es el daño que puede hacer conectar uno de estos dispositivos sin estar seguros de que están limpios de malware. Lo segundo es que los USB se infectan con facilidad, lo que quiere decir que cualquier dispositivo –como un móvil– que se conecte mediante este medio a un ordenador con malware es susceptible de infectarse.

Sin embargo, hoy en día muchas veces resulta providencial cargar el móvil a través de un cable USB, conectándolo a cualquier ordenador disponible, ya sea el tuyo, el de un amigo o el de un cibercafé.

Condones para tu USB

En estos casos, donde no se sabe con certeza si el ordenador puede transmitir algún malware al móvil a través del cable, los temores se pueden evitar de forma sencilla: con los preservativos para USB. Son conectores entre los dos dispositivos, intermediarios entre la máquina que penetra y la que es penetrada. Lo que es un preservativo, vaya.

Estos preservativos USB solo permiten que se transmita la electricidad, cortando el paso a cualquier intento de transferir datos. Su funcionamiento consiste en bloquear dos de las cuatro conexiones que tiene un dispositivo de este tipo. Estas dos son las que permiten el paso de la información digital, mientras que las que quedan abiertas son las que dejan pasar la corriente eléctrica.

Los preservativos USB aparecieron por primera vez hace unos cuatro años y ahora se pueden conseguir por menos de diez euros en cualquier mercado online, como Amazon o Ebay.