El próximo Apple Watch tendrá un nuevo diseño

Desde el lanzamiento del modelo original en junio de 2015 hasta la tercera generación que salió el año pasado, el Apple Watch siempre se ha vendido con la misma apariencia y los mismos tamaños: 38 y 42 milímetros. Lo único que ha cambiado ha sido el grosor, que aumentó ligeramente con la llegada de los Series 2.

Pero podríamos estar ante un cambio más grande a corto plazo. El Apple Watch Series 3 está teniendo unas ventas muy buenas según algunas estimaciones, que indican una adopción masiva por parte de los que ya tienen un iPhone. Y aprovechando ese tirón, la compañía puede presentar la cuarta generación del reloj con un nuevo diseño.

¿Cómo puede ser ese diseño? Pues no tenemos fotografías ni conceptos demasiado detallados para poder hacernos una imagen, pero las pistas que llegan desde los analistas de KGI hablan de una pantalla un 15% mayor. Si los tamaños de 38 y 42 milímetros se conservan, implicaría que los marcos del reloj van a reducirse en favor de tener más pantalla en el mismo tamaño de dispositivo.

El hipotético “Apple Watch Series 4” también puede contar con más sensores para medir y registrar nuestras constantes vitales, lo que implicaría un mejor monitorizado de nuestra actividad física. Esta faceta del Watch se ha convertido en uno de los motivos más grandes por los que la gente termina comprando el reloj, así que no es de extrañar que Apple decida tomar este camino.

De hecho ya llevamos algunas semanas viendo patentes que demuestran que Apple ha investigado en cómo poder colocar esos nuevos sensores incluso en las mismas correas del reloj, para así no tener que “engordar” demasiado el accesorio. Hasta la fecha, Apple ha ido lanzando nuevas correas pero sin sensores, sólo para aprovechar nuevos colores y materiales. La última vez que lo hizo fue a finales del pasado mes de marzo.

También se habla de que el nuevo diseño del Apple Watch permitiría colocar una batería más duradera, aunque la intención de Apple seguiría siendo la de cargar el reloj cada noche. Aún así se agradecería, ya que la batería puede llegar a agotarse en pocas horas si por ejemplo dejamos el iPhone en casa y pasamos a depender de su conexión a la red (en modelos LTE del Watch Series 3) y de su GPS.

Dejando a un lado las posibles características, a nivel de márketing un nuevo diseño del Apple Watch puede ser interesante. Ya se habla de cómo probablemente la próxima versión de watchOS (la quinta) dejará de ser compatible con la generación original, algo que conjuntamente con el rediseño puede motivar a todos los que tengan ese modelo a renovar.

Otra pista que apoya eso último es que ya hay avisos para los desarrolladores en la última beta de watchOS, informando de que las aplicaciones originales para la primera versión del sistema dejarán de funcionar próximamente. Y cuando Apple lanza esos avisos, el paso se da en el lanzamiento en la próxima gran versión del sistema.

Empezaría así un “ciclo de vida” del watch que afianzaría las ventas, con predicciones de 22 a 24 millones de unidades vendidas este año gracias a ese nuevo diseño y a una más que probable bajada de precio de las generaciones anteriores que se seguirían vendiendo. Si esto se cumple el watch conseguiría tener un crecimiento del 30% en ventas respecto a 2017.

Se espera que el Apple Watch de cuarta generación se presente a mediados de septiembre, de la mano de una nueva generación de los iPhone cuyos detalles ya os hemos comentado hace pocas semanas.