ACCIÓN DE MARKETING DE PIZZA HUT
Un proyector casero con una caja de pizza
Si creías haberlo visto todo, ojo a la idea de la agencia de publicidad Ogilvy & Mather para Pizza Hut en Hong Kong: convertir su caja de pizza en un proyector casero
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En las agencias de publicidad no debe comerse mucha pizza. Esa es la primera conclusión. La segunda sería que los de la multinacional Ogilvy & Mather han parido una auténtica genialidad, pero que se les ha ido la cabeza. Ojo al locurón.
Resulta que uno de sus clientes, Pizza Hut, quería darse a conocer en Hong Kong. En el proceso creativo pensaron en vincular el consumo de pizza a algo que hagamos con ella. Aquí en España una de las respuestas más claras sería 'fútbol' (sólo hay que ver lo que tardan los pedidos en días de partido), pero... ¿en Hong Kong? La respuesta es algo mucho más internacional que el fútbol: el cine.
Porque sí, claro, además de comer palomitas, cuando pedimos pizza a domicilio muchas veces lo hacemos para ver una película repantingados en el sofá. Así que se les ocurrió la genialidad de ofrecer un soporte portátil para poder ver películas: un proyector.
La idea viene en tres partes: la primera, una caja de pizza con un agujero a medida y una altura mayor; la segunda, sustituir el guardapizza (conocido como 'cosa de plástico', que ponen para evitar que la caja se aplaste) por uno a medida de nuestro smartphone y con una lente); la tercera, ofrecer cuatro películas en streaming a las que se accede con un código QR.
Así, el cliente llama y pide una pizza, además de pedir una película. Recibe el pedido, abre la caja, saca la pizza y empieza la innovación. Desmolda la lente del guardapizza, la coloca en el agujero de la caja, e invierte las patas del citado guardapizza para apoyar el móvil. Escanea el código, coloca el teléfono, cierra la caja... et voilà.
No deja de ser una acción de marketing, y es una genialidad. Pero, más allá de suponer una competencia poco cómoda (aunque barata) para proyectores y picoproyectores, una crítica: con lo grasienta que queda la caja de una pizza, ¿de verdad vas a meter ahí el móvil? Volviendo al inicio, se ve que en Ogilvy & Mather no comen demasiada pizza de su cliente.
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