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Por qué comprar un ratón trackball sigue siendo una buena idea en 2021
Los ratones de bola hoy en día son prácticos y también más saludables
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A lo largo de los años el ratón de nuestros ordenadores no ha sufrido tantos cambios como podríamos haber imaginado. De hecho, el ratón que utilizamos mayoritariamente hoy en nuestros ordenadores no ha cambiado en prácticamente 20 años. En este tiempo los ratones ópticos se han convertido en la principal elección por parte de los usuarios que no buscan complicaciones y sobre todo un sentido práctico de los dispositivos. Y curiosamente a estas alturas, siguen existiendo, pocos, pero existen todavía Trackball, unos dispositivos que siempre han sido los grandes incomprendidos del mercado, pero que una vez pruebas, no puedes dejar de utilizar.
El Trackball, ese gran marginado entre los ratones
Como decimos, en la actualidad los ratones de formato tradicional y ópticos son la gran tendencia. A su vez y paralelamente en los últimos años hemos asistido al auge de los ratones verticales, que han llegado para quedarse y resolver nuestros problemas físicos relacionados con mover el ratón con una posición que no es natural para nuestro brazo. Si pensamos en los ratones de bola, los que ya tenemos unos años no podemos evitar pensar en aquellos modelos que, en lugar de un sensor óptico láser, contaba con una pesada bola en la parte inferior, con una serie de rodillos que calculaban nuestros movimientos y los traducían al escritorio del PC.
Paralelamente a ellos existían los Trackball, unos ratones que utilizaban el mismo principio de la bola, pero en este lugar se colocaba en la parte superior, que movíamos para posicionar el cursor. A muchos nos parecían entonces poco prácticos, pero con el paso de los años y la mejor de la tecnología siguen siendo hoy en día una opción recomendable tanto en el sentido práctico como el de preservar la salud de nuestro brazo. Hoy tenemos en el mercado cuatro o cinco modelos destacables, de marcas como Logitech o Amazon, que siguen confiando en este tipo de ratones, porque realmente nos ofrecen muchas ventajas.
La primera de ella tiene que ver con la salud de nuestro brazo, que se resiente menos. Primero porque tiene un formato intermedio entre el ratón tradicional y el vertical, manteniendo inclinada la mano en una posición más natural. Y la segunda y más importante, no necesitamos mover el brazo para movernos por todo el escritorio, ya que ese recorrido lo hace rápidamente nuestro pulgar con la bola. Esta es muy ligera, no tiene nada que ver con la de los ratones de bola de hace un par de décadas o tres. Por tanto, si tienes problemas y comienzas a notar molestias en el brazo, es una gran opción para que este descanse permanentemente.
Quizás el punto negativo es que necesitan un mayor mantenimiento, una limpieza más periódica. Porque hay que sacar la bola una vez a la semana para limpiar los apoyos de la bola, para que esta se mueva más suavemente. Además, lejos de la tecnología de hace unos años, estos ratones utilizan tecnología óptica para seguir el movimiento de la bola y no rodillos. El precio no es muy diferente al de un buen ratón tradicional, podemos comprarlos entre los 25 y 80 euros.
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