INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Con los robots no peligra sólo el trabajo de los 'curritos': trabajan en un algoritmo para sustituir a los jefes
Una de las aseguradoras más importantes del mundo tiene a un equipo de ingenieros trabajando en un proyecto para automatizar la toma de decisiones.
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El ser jefe conlleva mucha responsabilidad en la mayoría de los casos, ya que tienes muchos ojos que te vigilan, desde los superiores que mandan más que tú hasta los empleados que siguen todos tus movimientos. Esto añade un plus de presión que seguramente hayamos visto reflejada en el rápido cambio de opinión que tienen algunos a la hora de mover el timón.
Aunque a veces es pura incompetencia, esta bipolaridad fruto del estrés provoca multitud de jefes 'veleta', una volatilidad inherente a todas las decisiones humanas cuando se mezclan la emoción con los datos objetivos... Pero aquí vienen las máquinas a ayudarnos y/o sustituirnos otra vez.
La aseguradora Bridgewater Associates, una de las más importantes a nivel mundial, tiene a los cerebros de sus ingenieros echando humo para construir un software capaz de automatizar la gestión diaria de la empresa, lo que incluye el influir en las contrataciones, los despidos y otras decisiones estratégicas.
Según cuenta el 'Wall Street Journal' el fundador de la compañía quiere asegurarse de que la empresa pueda “funcionar sola” y de acuerdo a sus directrices, incluso cuando no esté presente. De esta manera, los criterios generales quedarían en manos de él y su equipo más cercano y las decisiones individuales serían cosa del algoritmo desarrollado por programadores expertos en analítica e inteligencia artificial.
Detrás de este proyecto está David Ferrucci, que dirigió el desarrollo del IBW Watson, un superordenador de referencia en lo que se conoce como “tecnología cognitiva” y cuyos avances están siendo aplicados en sectores como la salud, las finanzas o la atención al cliente.
Este tipo de tecnología aprende de las interacciones pasadas y entiende el lenguaje coloquial, ya que no se limita simplemente a seguir nuestras órdenes o responder preguntas cerradas: pero para ello hay que darle combustible y los datos son el petróleo de nuestro siglo.
Y esa es la cuadratura del círculo: la aseguradora, como todas las grandes empresas, tiene una gran cantidad de datos, no sólo de sus clientes, también de sus empleados. Tienen todas las reuniones grabadas y todo el personal ha sido valorado con sus puntos fuertes y débiles en base a unos criterios específicos. Además, hay un seguimiento de los retos a los que se tienen que someter los trabajadores y un seguimiento de la eficacia con que los ejecutan.
El diario económico estadounidense afirma que la intención de esta gran empresa es que en cinco años el 75% de las decisiones sobre la gestión se realice mediante el nuevo software, incluyendo la búsqueda y selección de perfiles profesionales para una oferta de trabajo, o la toma de decisiones cuando varios miembros del equipo estén en desacuerdo con el procedimiento.
Habrá que ver si eso acaba con los “malos días” que todos tenemos, incluidos los jefes... y si los equipos serán capaces de acatar órdenes de una máquina, aunque esté hecha a imagen y semejanza del mayor directivo de la empresa.
A decir verdad, que sean las máquinas las que decidan lo que hacer es algo que existe en multitud de trabajos desde los inicios de la computación. Aunque si hay una lucha de egos de por medio, podemos ponerlo en duda....
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