SU PULSERA LO SEÑALAN COMO PRESUNTO ASESINO
Sospechoso de asesinato porque su coartada no coincidía con los datos de Fitbit
Un caso ocurrido en Connecticut ha mostrado cómo los datos de un 'wearable', como el dispositivo Fitbit, pueden ayudar a esclarecer un crimen.
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En el pueblo de Ellington, perteneciente al Estado de Connecticut, justo encima de Nueva York, la Policía ha utilizado los datos de un dispositivo Fitbit para acusar a un sospechoso de asesinato. La versión de los hechos de Richard Dabate no coincidía con la información que la pulsera digital de su mujer había registrado.
Estos dispositivos 'wearable' normalmente graban todo tipo de datos relacionados con su portador, desde las pulsaciones a los pasos que da o la geolocalización. En este caso todo este contenido le ha sido útil a los investigadores para acusar a Richard del asesinato de su mujer, Connie Dabate.
La historia que Richard contó a los agentes era que un hombre de complexión fuerte entró en su casa. A él lo redujo con “puntos de presión” –aquellos que al apretarlos el cuerpo se resiente con un dolor intenso– y disparó a su mujer, que llegaba en estos momentos al hogar, con la pistola de Richard.
El registro de Fitbit no coincide con este relato. Según los datos registrados por el 'wearable', Connie estuvo en movimiento durante más de una hora después de la hora en que su marido dijo que había tenido lugar el asesinato. Además, se movió a lo largo de más de 365 metros –Fitbit cuenta los pasos– tras llegar a casa.
Las autoridades han utilizado los datos de Fitbit para elaborar la orden de arresto de Richard. Todos los movimientos de Connie, así como su localización en cada momento, están reseñadas en el documento. Los investigadores han logrado trazar una cronología al minuto desde que la víctima salió del gimnasio hasta que entró en su casa, incluidos sus movimientos dentro y el momento en que su cuerpo se detuvo.
El acusado también dejó otros registros electrónicos que dan fe de su falso testimonio: por ejemplo, dijo que envió un email desde la carretera cuando lo hizo desde su casa. En estos momentos Richard está bajo fianza, pero se enfrenta a un juicio por caso de asesinato y falso testimonio. Los investigadores también señalaron, tecnología aparte, que su matrimonio tenía problemas: el acusado mantenía una relación de pareja con otra mujer que estaba embarazada.
El uso de datos procedentes de dispositivos digitales para la resolución de crímenes no es nuevo. La polémica más sonada la protagonizó Apple, compañía a la que el FBI le exigió que desbloqueara el iPhone de uno de los causantes de la matanza de San Bernardino. Tim Cook se negó, pero las autoridades federales tuvieron acceso al terminal por sus propios medios. En otro crimen en el Estado de Arkansas las autoridades quisieron tener acceso a la información registrada en dos dispositivos Amazon Echo, considerando que podían tener datos clave para resolver el caso.
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