¿Tienes un coche eléctrico? En el futuro podrás cargarlo en tres minutos

El fabricante Tesla ha marcado un antes y un después en la industria del motor. Su familia de coches eléctricos es el gran referente a la hora de comprar un vehículo de este tipo. Aunque cada vez tiene rivales de mayor altura.

Sí, Audi, Ford, Porsche… Marcas de renombre que han decidido dar el salto y ofrecer sus propios coches eléctricos para plantar cara a la empresa fundada por Elon Musk. Pero, al genio americano le ha salido un nuevo competidor muy duro de roer: NIO.

NIO, el gran rival de Tesla

Hablamos de una empresa de origen asiático y que se ha especializado en fabricar coches eléctricos de lujo, que destacan por ofrecer una relación calidad precio muy difícil de batir. Como su impresionante NIO EC6, un SUV de aspecto imponente.

Pero claro, el gran problema de los coches eléctricos es su limitada autonomía y tiempo de recarga. Sí, es cierto que poco a poco esta tecnología va evolucionando, y podemos pasar de una batería descargada completamente al 80 por ciento en menos de una hora a través de estaciones de carga super rápida. Pero sigue siendo un proceso excesivamente lento.

En su momento, Tesla planteó la posibilidad de crear un sistema que permitiera cambiar las baterías de un coche eléctrico en tan solo 90 segundos. Con ello, se garantizaría un tiempo de espera nulo. Pero claro, no cuentan con las infraestructuras necesarias para poder llevar a cabo este colosal proyecto, y quedó en una de las muchas y geniales ideas de Elon Musk que no pueden llevarse a cabo. ¿O sí?

Un sistema de intercambio de baterías en tan solo tres minutos

Ha sido NIO quién ha sorprendido con su propio sistema de intercambio de baterías, para que tan solo tengas que conducir hasta una estructura del tamaño de un lavado de coches y que en tres minutos tengas una nueva batería cargada completamente.

Y ojo, que el mérito no es poco. Para empezar, hacen falta unas infraestructuras de altura para poder quitar los tornillos, retirar la batería y colocar una nueva. Claro, sobre el papel parece fácil, pero ya te adelantamos que es un proceso complicado y peligroso.

Principalmente porque las baterías de los coches eléctricos son realmente grandes, además de tener un gran peso y el hecho de que trabajan con voltajes peligrosamente altos. Así que, el haber conseguido desarrollar una plataforma capaz de intercambiar fácilmente la batería y conectar todo el sistema de refrigeración en tan poco tiempo, es una verdadera obra de ingeniería.

¿Lo mejor? Que no tardará demasiado Tesla en diseñar un producto semejante. Por no hablar del hecho de que claramente este sistema será el futuro de los coches eléctricos. Por lo menos, hasta que consigamos que se carguen en mucho menos tiempo y de forma segura.