ELECTRÓNICA MÁS FIABLE
La Unión Europea insiste en su lucha contra la obsolescencia programada
El Parlamento europeo está decidido a obligar a los fabricantes a alargar lo más posible la vida útil de sus dispositivos, por eso están promoviendo nuevas leyes para limitar su impacto.
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Sin duda es un término bien conocido por los consumidores desde hace años. Y es que no somos pocos los que hemos tenido la sensación alguna vez de que un producto ha tenido una vida corta de manera intencionada. Es algo comprobado, que desde hace décadas los fabricantes marcan una vida útil a sus productos y hacen todo lo posible porque esto se cumpla. Muchos recordamos ejemplos de impresoras, que dejaban de funcionar en una determinada fecha, precisamente para obligarnos a comprar una nueva. Eso sigue siendo así en algunos casos, y la Unión Europea está decidida a acabar con ello, como hemos podido comprobar en los últimos días.
Nuevas medidas para erradicar la obsolescencia
El Parlamento europeo lo tiene claro, y quiere que los productos que compramos duren más. Para ello han emitido un comunicado en el que anuncian diversas iniciativas que llevarán adelante para que esta reducción de la vida útil de los dispositivos sea la menor posible. Para ello quieren prohibir la introducción de características dentro del diseño de los productos que sean capaces por si solas de limitar la vida útil de este. Características que podrían favorecer un mal funcionamiento del dispositivo antes de su vida útil recomendada.
Precisamente el Parlamento hace referencia a uno de los casos de los que hablábamos antes, para ejemplarizar de lo que hablan, y señalan directamente casos de consumibles o piezas de repuesto y accesorios que ven limitada su funcionalidad si este ha sido fabricado por un tercer fabricante, y ponen de ejemplo dispositivos como cargadores o los cartuchos de tinta. De esta manera, si se eliminan esas barreras, tanto nuestro smartphone como la impresora, por poner un ejemplo, durarán bastante más.
Consumidores mejor informados
No se trata de formar a los consumidores, sino que lo que quiere Europa es que estos tengan a su alcance más información y un etiquetado más rico a la hora de advertirles sobre cualquier limitación existente a la hora de reparar en el futuro el dispositivo, y todo ello antes de consumar la compra. Para ello desde el Parlamento europeo se ha propuesto la creación de una nueva pegatina de garantía para que no solo informen sobre la duración de esta, sino también de las diferentes posibilidades a nuestro alcance para poder extenderla.
De esta manera los fabricantes mostrarían sus cartas antes de adquirir el producto, y a su vez la durabilidad se convertiría también en un argumento de venta por el que los fabricantes podrían ver favorecidos a sus productos. Una manera de incentivar a los fabricantes que menos invierten en estos aspectos, ya que, de no hacerlo, con este tipo de información podrían estar en situaciones de inferioridad a nivel comercial.
Información ambiental veraz
Este es otro de los aspectos que se ha desarrollado en el proyecto de ley para mejorar el etiquetado y la durabilidad de los productos, también se ha hablado de otro aspecto que preocupa a las autoridades. Se trata del etiquetado y el marketing de los fabricantes a la hora de vender como verdes o sostenibles sus productos. Por ello, según se cita en el comunicado del Parlamento europeo “prevé prohibir el uso de declaraciones medioambientales generales como «respetuoso con el medio ambiente», «natural», «biodegradable», «climáticamente neutro» o «ecológico» si no vienen acompañadas de pruebas detalladas.”
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