TIENEN SUS RIESGOS
Apps de mensajería: por qué no deberías usar sus versiones de escritorio
Las versiones de escritorio de nuestras apps de mensajería son realmente útiles, pero no todo lo seguras que nos gustaría, te contamos por qué.
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Las aplicaciones de mensajería instantánea han encontrado su lugar en nuestro día a día. Se han convertido por derecho propio en uno de los tipos de aplicaciones que más usamos a lo largo del día. De ahí que, con el tiempo, hayan ido implementando la versión de escritorio. De este modo podemos seguir haciendo uso de estas sin necesidad de usar el móvil mientras trabajamos. Pero hacerlo implica una serie de riesgos, que contamos cuáles.
Razones para no usar la versión de escritorio de app de mensajería instantánea
El uso de Slack o Microsoft Teams no está tan extendido como el de otras apps de mensajería como WhatsApp, Telegram o Signal. Aunque comparten la forma de uso, no tanto la seguridad y la privacidad. Expertos en seguridad como Kaspersky nos recomiendan no hacer uso de la versión de escritorio de estas últimas debido a las vulnerabilidades. Estas son algunas de las razones por las que, sobre el ámbito profesional, es mejor no hacer uso de ellas.
La mayor parte de estas apps, están desarrolladas con el framework Electron, lo que significa a grandes rasgos que se trata de una aplicación web con un navegador integrado, en este caso Chromium. Esto facilita la creación de aplicaciones que se ejecutan en todos los sistemas operativos por lo que al ser uno de los más populares los ciberdelincuentes lo convierte en su objetivo para descubrir sus vulnerabilidades. Si usamos este tipo de app, tendremos varios navegadores ejecutándose al mismo tiempo y esto hará que no podamos controlar las actualizaciones de las mismas, y a la larga estaremos asumiendo un gran riesgo.
El sistema de seguridad para mantener la privacidad de nuestras conversaciones en este tipo de app es el cifrado extremo a extremo. Esto implica que solo los participantes en la conversación pueden leer los mensajes. En el caso de las versiones de escritorio, estas se almacenan en el disco duro del ordenador y son susceptibles de ser robadas. Por lo que, si eso sucede, no sólo podrán leer nuestros mensajes, sino que además podrían hacerse para nosotros.
Nuestra seguridad se ve amenazada por la posibilidad de enviar y recibir archivos directamente y sin ningún filtro. Esto puede favorecer a la entrada de malware. Cuando descargamos o recibimos archivos a través de correo electrónico estamos más concienciados de que pueden ser peligrosos, por lo que solemos tomar una serie de precauciones. Cuando recibimos un archivo a través de la app de mensajería no ponemos en tela de juicio la precedencia y las descargamos sin ningún tipo de resquemor. Toda una temeridad por nuestra parte.
Además, esto, siempre debemos tener en cuenta otros problemas como el phishing algo que es habitual a menudo. En los dispositivos móviles no es frecuente almacenar ni tanta información ni tan valiosa y tiene una menor incidencia de problemas por la instalación de malware. Es conveniente asegurarnos de proteger debidamente nuestros equipos con la instalación de software de seguridad, realizar un seguimiento periódico de las apps instaladas así como intentar no hacer uso de estas app y extremar las precauciones.
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