CADA VEZ SERÁ MÁS COMPLICADO HACERLO
Así puedes distinguir una imagen creada con IA de otra real
Cada vez es más habitual hacer uso de herramientas que mediante la inteligencia artificial puedan crear imáges híper realistas. A veces no es tan sencillo, pero te contamos cómo distinguirlas.
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Usar la inteligencia arterial para crear obras inéditas ya es posible. A nuestra disposición tenemos herramientas y páginas web las cuales a través de una serie de parámetros crean una imagen totalmente nueva. Reconocer una imagen real o generada por IA no es sencillo, la perfección alcanzada por estas es tal, que cada vez es muy difícil, pero no imposible.
Cómo reconocer una imagen creada por inteligencia artificial
Nos colocamos delante de una imagen y no somos capaces de averiguar si se trata de algo real, o si por el contrario ha sido generada por los algoritmos de una herramienta de inteligencia artificial. Aunque parezca casi imposible, podemos aplicar algunos trucos para poder llegar a una conclusión. A continuación, te contamos cómo reconocer los marcadores con los identificar una imagen de IA.
Los creadores, suelen incluir en sus imágenes marcas de agua con la que identificar sus piezas. Estas a menudo son colocadas en toda la imagen para evitar que se usen sin su permiso. Del mismo modo, podemos identificar una imagen creada con herramientas como DALL-E2, buscando sus marcas identificativas. En este caso, de una sutil marca en la esquina inferior derecha de la imagen, compuesta por cinco cuadritos de colores amarillo, turquesa, verde, naranja y azul. Aunque es posible descargar la imagen.
Otro método para reconocer fácilmente una imagen creada es las anomalías visuales que se producen a través de marcadores visuales extraños. Podemos reconocer estos si observamos de cerca las imágenes. Un efecto que nos recuerda a las pinturas impresionistas las cuales a grandes rasgos capturan la esencia sin centrarse en los detalles. En estas imágenes podemos observar cómo a menudo faltan detalles que a primera vista pueden pasar desapercibidos, pero que se hacen más evidentes si nos acercamos.
En el caso de la recreación de rostros, si examinamos de cerca y en profundidad la imagen seremos capaces de diferenciar esta de una imagen real si nos centramos en aspectos como los fondos de la imagen. Estos se caracterizan por estar borrosos y se algo más cercano a una textura. Los textos que aparecen en la imagen no son legibles. Una evidente asimetría en las caras, con un tamaño diferente de los ojos. Zonas en las que la imagen parece haber sido pintada. Y objetos como gafas o pendientes que se mezclan con la piel, faltan o no coinciden. Pequeños detalles que pasan inadvertidos a primera vista, pero que suelen estar presentes.
Por último, en caso de duda y para tener la certeza de la autoría de la imagen podemos hacer uso de herramientas de detección de falsificaciones como la que ha desarrollado Microsoft. Aplicaciones a través de las cuales se puede identificar la autoría de las obras. El problema de usar este tipo de herramientas no reside en sí en hacer uso de ellas, sino en omitir que ha sido creada a partir de esta y reivindicar su autoría como nuestra, engañando a los demás sobre nuestro trabajo.
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