Ya no basta con tapar tu webcam: este spyware también controla el micro y hace capturas de pantalla

Es una de las frases más repetidas en los últimos años: “Tapa la webcam de tu ordenador, que ahí vete a saber si alguien te hackea y puede grabar lo que haces”. Y con esa sospecha seguimos alargando nuestra vida digital hasta hoy.

Lo cierto es que la frase ha pasado por varias etapas. Al principio era un poco conspiranoica, para qué vamos a negarlo. Sí, podían llevarse a cabo ese tipo de hackeos, pero eran muy poco frecuentes y tampoco servían de mucho. Sin embargo, con el paso de los años la cosa se ha ido extendiendo, sobre todo en casos de sextorsión o de robo de datos en general, así que a día de hoy tapar la webcam de tu ordenador está más que fundamentado. Y si no, que se lo digan a Mark Zuckerberg, cuya foto con la webcam de su portátil tapada dio la vuelta al mundo.

Este malware va mucho más allá

Si ese peligro ya te puede preocupar, prepárate, porque llega uno peor. Se trata de InvisiMole, un malware que, una vez dentro de tu ordenador, no solo se apodera de la webcam, sino que prácticamente es capaz de hacer un retrato de casi todo lo que estés haciendo en tu dispositivo a partir de ese momento.

Concretamente, InvisiMole espía tu webcam, pero también tiene acceso al micrófono. Y por si eso fuese poco, también es capaz de hacer diversas capturas de pantalla de todo lo que estés haciendo, incluso de ventanas que no estén en primer plano.

Por otro lado, este malware también es capaz de rastrear las unidades de almacenamiento que tengas. Así pues, incluso si insertas un pendrive, podrá hacer un listado de todos los archivos que tenga dentro y guardar el registro de los mismos en un fichero encriptado para que nunca te des cuenta de lo que está haciendo.

Cinco años de espionaje

La existencia de este software ha sido descubierta por la empresa de seguridad informática ESET. Según la información proporcionada por la propia compañía, la intención más frecuente del malware InvisiMole es la de adentrarse en los ordenadores de bancos y grandes empresas, tanto privadas como públicas, aunque también han podido llegar a los ordenadores personales de usuarios de todo el mundo.

Para más inri, ESET asegura que la vida útil de este malware puede ser de hasta cinco años, con lo que, sobre todo en el caso de las empresas, el riesgo de haber afectado gravemente a su red de ciberseguridad ha podido ser exponencial.