Cada vez hay más fallecidos por hacerse 'selfies' con trenes

En 1830, cuando apareció el ferrocarril, algunos médicos dijeron que mirar desde la ventanilla podía dejar ciegas a las personas por las altas velocidades que alcanzaba el tren. Lo que no pudieron ni imaginar es que, casi dos siglos después, el tren podía resultar incluso letal... pero por echarle una foto.

El número de noticias de individuos que mueren atropellados por un tren cuando intentaban hacerle una foto cuando estaba a punto de pasar va en aumento. Tanto es así que el pasado verano la mayor compañía ferroviaria de Estados Unidos, Union Pacific, lanzó una campaña para advertir a los adolescentes del peligro que supone fotografiar las vías del tren.

El problema es que en ese país se ha puesto de moda que los adolescentes se tomen una foto en estos lugares cuando acaban el instituto. Las autoridades advierten que es muy difícil medir la distancia y la velocidad real a la que se aproxima un tren porque siempre parece que va más despacio y que está más lejos de lo que realmente está. A veces, incluso, es difícil oírlo y puede aparecer sin que nadie lo intuya.

Algunas instituciones están considerando prohibir los 'selfies' en ciertos lugares de riesgo de accidente. La Unión Europea, por ejemplo, propuso el pasado verano criminalizar las fotos tomadas en la Torre Eiffel de París o en la Fontana de Trevi en Roma y que después se publiquen en las redes sociales.

En India el pasado septiembre las autoridades establecieron una ‘zona sin selfies’ en una concentración religiosa masiva ante el temor de que pudiesen producirse aglomeraciones de personas y se produjeran accidentes.

A pesar de las campañas y las advertencias, las etiquetas y las búsquedas en internet muestran que los 'selfies' y las fotografías en las vías del tren van en aumento. Quizá el mayor argumento disuasorio, como dice la revista Slate, sea recordar que ya no tienen nada de emocionante ni de original porque se han convertido en un aburrido cliché.