MÉDICOS DE REINO UNIDO LO HAN NOTADO
De cómo a los niños les cuesta sujetar un lápiz por el uso de la tecnología
El uso prolongado de tabletas y smartphones, en lugar de juegos que hacen trabajar más a los músculos del dedo, como montar estructuras con piezas o alborotar con juguetes, estaría reduciendo la capacidad de los niños para sujetar el lápiz correctamente.
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Es más fácil darle una tableta a un niño o el primer smartphone que haya a mano, que intentar cualquier otra cosa para que se distraiga, para que coma o para que simplemente no proteste. Es un recurso que se emplea cada vez más con los más pequeños, que se mueven con las nuevas tecnologías como como un pez en un estanque. De ahí su facilidad para atrapar al vuelo el funcionamiento de cualquier gadget.
Porque el uso de la tecnología por parte de los niños tiene ventajas, claro. Además de su agilidad natural con las pantallas, a los más pequeños se les puede enseñar programación con ayuda de una tableta y de algún juguete robótico. Es un conocimiento que hasta hace poco solo estaba reservado a quienes se introducían en la informática de forma profesional.
Pero también se ha hablado de los contras de la tecnología en edades tempranas. Muchas horas delante de una pantalla o la inactividad son algunos de los factores que se han contado como perjudiciales. Y parece que a estos se suma uno nuevo, según han detectado algunos médicos en Reino Unido. Su experiencia les lleva a lanzar la hipótesis –son necesarias más investigaciones que confirmen la tesis– de que a los niños de hoy les cuesta más sujetar el lápiz por el constante uso de tabletas y smartphones.
Sally Payne, responsable del área de terapia ocupacional pediátrica en la empresa de hospitales Heart of England NHS Foundation Trust, explicaba en declaraciones a The Guardian que los niños no están llegando hoy a la escuela con la destreza y la fuerza en las manos de hace 10 años. Señalaba también que los niños pueden sujetar bien el lápiz porque no tienen las capacidades de movimiento fundamentales.
Los médicos como Payne lo achacan al uso creciente de las tecnologías entre los más pequeños. Jugar con piezas para construir estructuras, hacer manualidades de cortar y pegar o trastear con juguetes son actividades que contribuyen a que los niños adquieran destreza y fuerza en sus dedos. Sus músculos se ejercitan y el niño aprende a controlarlos, con lo que también gana coordinación.
No hay que olvidar que pese a la paulatina introducción de medios tecnológicos en las escuelas, la escritura a mano sigue siendo uno de los objetivos académicos de la educación primaria. Aunque, según comentan los médicos que han detectado el problema en Reino Unido, no hay que precipitarse en culpar en todos los casos a la tecnología cuando el niño no es capaz de sujetar bien el lápiz. Después de todo esto es algo que ha ocurrido siempre y existen otros factores que pueden influir en ello.
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