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Desarrollan unos auriculares que escanean expresiones faciales y leen los labios, aunque llevemos mascarilla
Se trata de una tecnología que podrá utilizarse durante la pandemia para activar y poner en marcha dispositivos sin reducir las medidas de protección.
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Con la llegada de la pandemia el pasado mes de marzo (a Occidente) y las medidas urgentes de seguridad que se tuvieron que tomar, han cambiado muchas cosas y, lo peor de todo, algunas tecnologías pensadas para tiempos de paz, sin mascarillas, han dejado de tener efectividad. Es el caso de los sistemas de detección facial, o de reconocimiento del habla, cuyos ingenieros llevan ya algún tiempo estudiando la forma de mantener su efectividad a pesar de los obstáculos que la Covid-19 nos va poniendo en el camino.
Así las cosas, investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York, han pensado que se podría conseguir un escaneo facial de cualquier persona simplemente aplicando una ración de tecnología a unos auriculares de diadema. Y dicho y hecho, así han nacido los C-Face, un ingenio capaz de traducir a expresiones faciales, o de saber lo que decimos sin voz, solo gesticulando, los más leves movimientos de nuestras mejillas... aunque llevemos una mascarilla puesta.
Emojis, comandos de voz y hasta expresiones básicas
Este C-Face está formado por dos pequeños aparatos montados en cada una de las orejas, y que funcionan observando los movimientos de nuestras mejillas para traducir todos esos gestos en expresiones que luego se aplicarán sobre un modelo virtual, o sustituirlos por emoticonos, comandos de voz y otras herramientas capaces de controlar dispositivos de todo tipo. La idea es que no haga falta colocar una cámara frente a nuestro rostro para conseguir saber cuál es nuestra reacción a un evento, o qué estamos diciendo al mover los labios cuando llevamos una mascarilla puesta.
Sus desarrolladores creen que esa capacidad de "capturar nuestras emociones" es una herramienta útil de comunicación en estos tiempos de pandemia. Tanto es así que afirman que "este dispositivo es más simple, menos molesto y más capaz que cualquier tecnología portátil existente en el oído para rastrear expresiones faciales". Entre las aplicaciones que podrán beneficiarse de este C-Face se encuentran el control de sistemas informáticos o reproductores de música, así como el análisis de comportamientos de colectivos sujetos a investigaciones. Por ejemplo, a la hora de que un profesor conozca cuál es el grado de participación y atención de sus alumnos durante una clase online, no presencial.
Estos auriculares son capaces de interpretar hasta 42 puntos de rasgos faciales diferentes "que representan las formas y posiciones de la boca, los ojos y las cejas", ya que se trata de las partes más afectadas por los cambios que realizamos con cada expresión. Con toda esa información, el sistema es capaz de aplicar modelos creados con aprendizaje profundo para más tarde, a través de una red neuronal, utilizar patrones supervisados por una inteligencia artificial que, ya sí, clasifica, detecta e interpreta nuestras expresiones.
Estas pruebas se llevaron a cabo con nueve voluntarios y "el error promedio de los puntos de referencia reconstruidos fue inferior a 0,8 mm.", además de que consiguieron la traducción de esos gestos a emoticonos de forma acertada en un 88% de las ocasiones. En el caso del habla sin voz, el sistema acertó lo que decían los sujetos en un 85% de las ocasiones. Lo que no está nada mal.
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