BALANCE DE LA NUEVA NORMATIVA EUROPEA
Después de un mes, ¿ha servido de algo que te frieran a correos con nuevas políticas de privacidad?
¿De qué ha servido el nuevo Reglamento de Protección de Datos? Para muchos, de poco o de nada.
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Si echas la vista atrás, recordarás que, hace un mes, a tu correo electrónico parecía haberle dado un ataque al corazón: con motivo del nuevo Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) no pararon de llegarnos decenas e incluso cientos de emails (incluso de plataformas que ni conocíamos) para pedirnos que aceptásemos su nueva política de privacidad. De lo contrario, aseguraban, ya no podrían enviarnos nunca más un solo email (una pena, qué duda cabe).
Se ha cumplido un mes de esto esto y... ¿qué ha pasado? ¿Ha cambiado mucho la situación? ¿Hemos aprendido algo de esta nueva normativa? Igual no lo que pretendíamos, pero, desde luego, todos los usuarios hemos podido sacar varias conclusiones:
1.- Mucha gente tiene tus datos
Fue una de las frases que más repetiste durante aquellos días: “Pero, ¿qué empresa es esta? ¡Si ni los conozco! ¿Cuándo le di yo mis datos a esta gente? ¡Si no me acuerdo de haberlo hecho nunca! Nada, vamos, seguro que no”. Pues eso, al final la GDPR te ha servido para comprobar que tus datos estaban en posesión de demasiadas empresas, a muchas de las cuales igual ni recordabas haberles dado ese permiso.
2.- Alguien ha vendido tus datos
Vale, puede que alguna de las webs o empresas que te han mandado correos no te suenen, pero es probable que sea por propio despiste tuyo. Sin embargo, hay otros casos en los que estás seguro de que a esa plataforma nunca le diste autorización para que te enviase un solo email, ¿verdad? Enhorabuena: acabas de desenmascarar a alguien que se ha hecho con tu información en una compraventa de bases de datos.
3.- Tu spam ha adelgazado...
Otra de las frases que más repetiste en su momento: “Pues mira, esto me está viniendo genial para no dar permiso a muchas de esas webs y así librarme de su spam para siempre”. Pues sí, es cierto: lo más probable es que, a partir de entonces, muchas de esas empresas hayan dejado de mandarte emails no solicitados, así que oye, eso que te llevas.
4.- … pero otras han pasado del tema
Vale, pero la cosa no era tan bonita como te la habían pintado. Si una empresa te pidió el consentimiento expreso y te dejó claro que si no se lo dabas no iba a enviarte más emails... ¿por qué sigue haciéndolo? Hay varias posibilidades, pero la más lógica, por desgracia, es que le haya dado igual. Y es que muchas de estas webs han visto que casi nadie les renovó el consentimiento expreso para recibir comunicaciones transaccionales, así que han decidido no perder parte de su negocio... e ignorar tu ausencia de consentimiento.
5.- Puedes denunciar
Si consideras que alguien te está enviando correos electrónicos incumpliendo la GDPR, lo bueno es que este tiempo hemos aprendido que no es suficiente con quejarnos en Twitter: si quieres denunciar a esa empresa, puedes recurrir a la Agencia Española de Protección de Datos para hacerlo y por fin al abuso.
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