Kantox, la startup española que mueve 1.000 millones de dólares

¿Cuánto esfuerzo cuesta que tu startup tecnológica triunfe? Mucho. ¿Y si tu startup está dedicada a un sector tan complicado como el de las finanzas? Seguramente mucho más.

Por suerte, de cuando en cuando nos encontramos con ejemplos que nos alegran a todos merced a los éxitos cosechados en una trayectoria medianamente corta. Y así ha pasado con esta iniciativa.

Todo surgió en 2011, cuando Antonio Rami, John Carbajal y Philippe Gelis decidieron montar Kantox, una plataforma para hacer cambios de divisas y con la que nuestros tres protagonistas pretendían hacer ahorrar dinero a bancos, 'brokers' y clientes de todo tipo.

Una vez constituida la empresa, los tres decidieron ir directamente a por un pez gordo: nada menos que Mango. Lo cuenta el propio Philippe: “El equipo de tesorería de Mango accedió a reunirse con nosotros. Recuerdo una de las primeras preguntas que les hice: '¿Cuál es el volumen anual de Mango?'. '1.100 millones de dólares', me respondió”.

“No íbamos a poder convencerles”

Entonces lo supieron: “Era muchísimo dinero, no íbamos a ser capaces de convencerles para que trabajasen con nosotros. Ningún director financiero en su sano juicio confiaría una cantidad tan grande a una startup que acababa de empezar. De inmediato, lo vi claro: teníamos que empezar con clientes más pequeños, darles un servicio excelente y ganarnos su confianza”.

Y así fue. Poco a poco, Kantox fue consiguiendo pequeños clientes que usaron su tecnología para intercambiar divisas de manera segura y con un sustancial ahorro de dinero. Y la cosa fue tan bien que entre 2011 y 2012 consiguieron más de un millón de euros de inversión para mejorar sus resultados, una señal clara de que las cosas, por lo que parecía, se estaban haciendo bien.

Entre la inyección de capital y el trabajo de todo el equipo, Kantox fue mejorando resultados hasta completar un año espectacular. En 2013, apenas dos años después de nacer, esta startup consiguió alcanzar un volumen de movimiento de dinero de 250 millones de euros.

Además, consiguieron llegar a operar en más de 50 países con cerca de 25 divisas distintas. Al final, parecía que este sector tan complicado, el del 'fintech', estaba consiguiendo dar sus frutos.

Pero si hay un año verdaderamente monstruoso para la startup, ese fue 2014, el año en que Kantox consiguió alcanzar un volumen de 1.000 millones de dólares, unas asombrosas cifras si tenemos en cuenta que la compañía no llevaba ni cuatro años funcionando. Y, a pesar de ello, había conseguido obtener una tracción y unos resultados más que beneficiosos.

Además, Kantox también crea empleo, ya que el pasado año, entre sus oficinas de Barcelona y Londres, consiguió contar con cerca de 50 empleados.

“Ya no buscamos clientes, ahora nos buscan ellos”

Y claro, con unos resultados así, siempre es bueno mirar hacia atrás y observar la evolución: “Al fundar la empresa, salimos a por los clientes. Hoy la cosa ha cambiado y vemos que son ellos los que nos buscan, precisamente porque nuestra propuesta de valor está muy clara, es diferente y los financieros lo valoran”, nos cuenta Philippe.

Además, Kantox cuenta con un buen músculo financiero para seguir con fuerza, ya que el año pasado, fruto de su evolución y trayectoria, consiguió cerrar una nueva ronda de financiación, esta vez de nada menos que 6,4 millones y con el apoyo de fondos de inversión como Partech Ventures e Idinvest Partners.

Y si 2014 fue un buen año, que se prepare 2015. Philippe, al menos, lo tiene claro: “El crecimiento ha seguido un ritmo imparable; nuestras previsiones apuntan a que intercambiaremos los siguientes 1.000 millones en los próximos doce meses”.

Además, dentro de los planes de esta startup de sello español también pasa la posibilidad de expandirse a otros continentes.