la tendencia se ha convertido en rutina
Las papeletas de Amazon, Google y Facebook para ser tu próximo banco
Que siete de las diez mayores empresas del mundo por capitalización bursátil sean de base tecnológica no es de extrañar. Desde que en 2012 Apple le arrebatase el primer puesto a la petrolera Exxon Mobil, la tendencia se ha convertido en rutina. Las tecnológicas dominan el mundo. Apple, Amazon, Google, Microsoft, Facebook, Tencent, Alibaba.
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En ese contexto, muchas se plantean cómo abarcar con su tecnología nuevos ámbitos que les permitan seguir creciendo. Y una de esas vías es la de lanzarse al mercado bancario, algo mucho más asequible en 2018 que cuatro lustros atrás. ¿Quién necesita una sucursal, si el público que no quiere tener que ir a sucursales es cada vez mayor?
Creando una entidad bancaria o simplemente proporcionando servicios financieros, el destino parece claro para varias de esas tecnológicas. Por distintos motivos. Amazon, que domina nuestros gustos, patrones de consumo y cada vez tiene más protagonismo en nuestras compras (tanto que hasta lanza asistentes que nos facilitan la compra), tendría en su propio servicio bancario el mejor arma para hacer aún más transparentes e inmediatas las adquisiciones, e integrarlo en ese proceso.
La empresa de Jeff Bezos cada vez domina más el proceso de distribución y de envíos. Tiene algunos productos financieros como una tarjeta de crédito de JP Morgan y VISA, incluso el servicio de Synchrony para su tarjeta Amazon. Crear una financiera para fraccionar el pago de grandes compras podría ser un primer paso antes de meterse en un terreno tan pantanoso como suculento: el de la creación de una entidad bancaria.
El interés de Google y Facebook sería compartido. Ahora mismo son las dos mayores empresas publicitarias del mundo. No nos engañemos, su negocio no está en un servicio de correo, o en ver el perrito nuevo de nuestro compañero de la carrera. Está en cómo gestionan la enorme cantidad de datos personales que les dejamos (gustos, filias, inquietudes, planes, simpatías…) para crear publicidad ultrasegmentada con ellos. Solo les falta saber de nosotros cuánto dinero tenemos.
Con Google en una posición aventajada para la creación de algo tan complejo y regulado como un banco, ambos se beneficiarían de tarjetas y cualquier otro producto que les indique de forma clara en qué gastamos nuestro dinero.
En cuanto una hipotética tarjeta de crédito de Google detectase que hemos comprado una PlayStation, en nuestra navegación nos aparecerían mandos juegos y otros accesorios para ella, por ejemplo. El manejo del capital no es lo que les resultaría interesante a Google o Facebook, el provecho vendría de la información personal que este les proporciona.
Facebook de hecho se hizo con una licencia bancaria expedida por el Banco Central de Irlanda en 2016. Su ventaja es la de poder incluir su sistema de pagos directamente en su plataforma, algo que le hace partir en mejores condiciones que a soluciones como Square, Venmo y compañía. Snap, por cierto, también creó Snapcash, centrado únicamente en pagos entre particulares.
El astuto lector se habrá dado cuenta de qué dos grandes actores de la tecnología se quedan sin silla musical: Microsoft y Apple. A priori, la creación de una entidad bancaria no les supondría un claro beneficio y sí muchos dolores de cabeza.
Ninguno está inmiscuido en el retail como Amazon, y ninguno hace negocio de los datos de sus usuarios. Apple cuenta con Apple Pay desde 2014, y se lleva un jugoso 0,15% por cada transacción realizada con su sistema. Más allá de eso, ¿tendría sentido pasarse a un negocio que les pilla demasiado lejano? Complicado.
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