CONSEJO
El gesto involuntario que haces con tus radiadores y que impulsa su consumo
A estas alturas del año, la calefacción se convierte en una de las grandes protagonistas de la mayoría de los hogares, especialmente en aquellas comunidades donde el frío es mayor.
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En pleno noviembre, la calefacción se convierte en uno de los mayores aliados en nuestros hogares, especialmente en aquellos lugares donde el frío afecta más aun siendo todavía otoño.
Independientemente del sistema de calefacción que tengamos en nuestros hogares, antes o después hemos cometido un error que ha repercutido en nuestra factura de la luz.
Este error se trata de encender la calefacción a máxima potencia durante unos instantes con la creencia de que con unos minutos será suficiente para calentar toda la casa. Esto ya es un error, pero este será más grave si una vez hecho esto la apagamos.
Apagar y encender la calefacción en varias ocasiones en el día es uno de los factores que más aumenta la factura de la luz durante estos meses del año.
¿De qué nos sirve este método? De nada, ya que solo lograremos la temperatura deseada durante unos breves instantes, con un consumo mucho mayor. La mejor alternativa es encender la calefacción durante las horas del día donde el frío es mayor, normalmente por la tarde, y apagarla cuando nos vayamos a dormir. De esta forma la casa ya estará condicionada por lo que pasaremos una buena noche sin problemas para dormir por la temperatura. De la misma forma debemos recordar cerrar aquellas habitaciones donde no vayamos estar, así el calor se mantiene en aquellas zonas donde pasemos más tiempo.
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