SE HAN QUEDADO DESFASADOS
Informe: las advertencias a los adolescentes sobre sexting no surten ningún efecto
Un informe señala que los mensajes típicos que conminan a los jóvenes a que se abstengan de enviar fotos íntimas se han quedado desfasados.
Publicidad
El envío se mensajes sexualmente sugerentes y explícitos a través de canales digitales fue bautizado como 'sexting' hace más de una década. Corría el año 2005, y todavía no se habían popularizado todavía los dispositivos móviles.
Un informe de Yfoundations, una organización australiana que analiza asuntos relacionados con la juventud, afirma que este punto de vista, enfocado sobre todo en la “sólo abstinencia”, no sólo no disuade a los más jóvenes de practicarlo, sino que no ha frenado el fenómeno y se ha mostrado como algo ineficaz.
El texto sostiene que el 'sexting' ya forma parte de una “cultura sexual digital” de los jóvenes que va más allá de enviarse fotos sin más, ya que incluye las aplicaciones de citas o las redes sociales con mensajes que se autodestruyen. Una nueva forma de ver el cuerpo o el sexo que a uno se le asemejará a un capítulo apocalíptico de 'Black Mirror' pero que, según los autores, ha venido para quedarse.
En declaraciones a 'Mashable', Jessie Hunt, uno de los participantes en el informe, afirma que se lanzan mensajes “muy académicos” sobre el 'sexting', tanto por parte de padres como en las escuelas, con viejos mensajes machistas como que “es responsabilidad de la mujer vestirse de una manera” o que son ellas las que “tienen que estar preparadas ante la invasión de su privacidad”. En definitiva, el de un chico “ ansioso y agresivo” y el de una chica “sumisa”.
Desde Yfoundations se afirma que se puede abordar el asunto de una forma más positiva, es decir, acercándose a su cultura digital sin mostrarles que deban sentir vergüenza o sentirse juzgados, pero siempre poniendo en valor mensajes importantísimos sobre el respeto y los límites.
Hunt afirma que se pueden reducir los daños que provocan traspasar las fronteras hablando de las relaciones actuales, que se basan en el respeto y la comunicación. Asumiendo que la tecnología se usa como una herramienta de flirteo, hay que incidir en un aspecto fundamental: el consentimiento.
Según el texto, que pide ampliar las miras para entender a los más jóvenes, hay que evitar intimidar y, sobre todo, poner el foco en el que comparte contenido ajeno más que en la víctima. Un cambio de enfoque educativo que busca revertir el poco efecto que tienen los mensajes actuales.
Publicidad