¿QUÉ PELIGROS CONLLEVARÍA?
Internet está rota y pronto se hundirá, según un experto holandés
Se trata de uno de los fundadores de la primera red pública de la web.
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Hoy nos resulta inconcebible. Ya no solo por las redes sociales o la posibilidad de comprar casi cualquier cosa a través de Internet. También por el trabajo remoto, el control de la energía, los pagos, la información que guardamos (ciudadanos y gobiernos) en la nube... Pero en algún momento del futuro próximo todos nos cansaremos de estar en línea e Internet se romperá. Al menos eso es lo que sostiene un profesor holandés que piensa que eventualmente, lo malo de la red superará lo bueno y finalmente todos nos desconectaremos.
En un artículo titulado 'La Extinción de Internet', el profesor de la Universidad de Ámsterdam y teórico de los medios Geert Lovink plantea una pregunta: "¿Puede la cultura de Internet de hoy resistir la entropía y superarla?". Es decir, ¿puede la red enfrentarse a su propia incertidumbre y sobrevivir? ¿Podemos nosotros?
Lovink, doctor en comunicación por la Universidad de Melbourne, es uno de los pioneros de Internet. Formó parte del proyecto The Digital City, una de las semillas de la red de redes. Esta "Ciudad Digital" se lanzó el 15 de enero de 1994 como una iniciativa freenet en Ámsterdam. Por primera vez, el acceso a Internet estuvo disponible para un gran grupo de ciudadanos en Ámsterdam: 100.000 usuarios solo en la primera mitad del año. Los módems se agotaron rápidamente en Ámsterdam y sus alrededores. Fue la primera comunidad de Internet en línea que llegó a existir. Pero fue un éxito efímero.
"Perdimos esa batalla de manera espectacular – explica Lovink en un comunicado –. Mi generación descubrió temprano que Internet... es a la vez tóxico y curativo. Pero las generaciones siguientes se han desencantado cada vez más y, quizás lo que es más importante, se han convencido cada vez más de que Internet no se puede arreglar. Puede llegar un momento en que eso ya no sea posible, después de lo cual las consecuencias adversas ya no podrán controlarse. Internet se dirige a un punto sin retorno".
Lovink sostiene que ese punto de no retorno, un momento de "pico máximo de Internet", por así decirlo, se acerca constantemente porque "incluso los usuarios normales tenemos que pagar un precio cada vez mayor por nuestra dependencia de Internet y la adicción a las redes sociales y las aplicaciones – añade Lovink –. Este precio es ante todo psicológico. No solo hay muchos jóvenes que sufren de una imagen distorsionada de sí mismos y trastornos de ansiedad, sino que también ha habido una externalización de funciones: ciertas funciones críticas de nuestro cerebro están siendo externalizadas. Nuestra memoria a corto plazo está empeorando y nuestra atención se fragmenta cada vez más y se dirige de manera muy específica. A eso hay que sumarle que nuestra supuesta libertad de expresión ya no existe. En China ya se da el caso de que no puedes subir a un tren si tienes una opinión "equivocada". En los Estados Unidos, debes compartir todos sus perfiles de redes sociales si desea solicitar una visa. Las cosas no parecen estar tan mal en Europa occidental todavía, pero nuestra actividad en línea es tan rastreable y visible ahora que existe una posibilidad real de que, en cierto momento, las personas ya no puedan viajar u obtener una hipoteca o un seguro. Este sofisticado control llegará a ser tan omnipresente, incluso aquí en los Países Bajos, que la gente finalmente se alejará de Internet y comenzará a evitar la tecnología".
La idea de perder la conexión a Internet puede parecer inconcebible, especialmente para los jóvenes, pero es necesario que miremos con ojo crítico el futuro. "Dado que toda la población depende de él, gente como Elon Musk seguramente aparecerá para ofrecer una conexión satelital muy costosa y exclusiva – concluye Lovink –. Creo que es posible que nos liberemos de eso. Podrían surgir diferentes softwares u otras construcciones que nos hagan menos dependientes. La pregunta que finalmente tenemos que hacerle a nuestro gobierno es: ¿por qué se han vuelto tan dependientes? ¿Y todavía puedes vendernos esto como progreso?".
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