Lyra: pros y contras de la red de blockchain de las grandes empresas españolas

Si vas al banco a pedir un préstamo allí te exigen una serie de documentos que tendrás que reunir en un tedioso trabajo de recopilación. Solvencia financiera, una prueba de identidad, del domicilio, de la fiscalidad en regla... todo ello convenientemente validado.

Pronto existirá otra opción: acudir al notario, donde tengas tu identidad probada en blockchain. Con estos datos al banco le bastará para aprobar el préstamo (o denegarlo). No hay necesidad de acudir a una gestoría o ir como una hormiguita recopilando y validando documentos. Y ese es uno de los objetivos de la red Lyra, basada en blockchain.

Con un nombre estelar, que alude a la constelación donde se encuadra la estrella Vega, esta red nace de un consorcio entre destacadas empresas españolas procedentes de diferentes ámbitos. El banco Santander, BBVA, Bankia o Sabadell representan al sector bancario, mientras que Iberdrola, Endesa o Gas Natural certifican el interés de la industria energética. Cepsa, Correos o Más Móvil también están entre las fundadoras.

La red se basa en la descentralización que permite blockchain, una tecnología que basa su seguridad y eficacia en la distribución de la información en nodos. Una de las principales ventajas es la imposibilidad de cometer fraude, como comenta Javier Ibáñez, director del Observatorio Fintech ICADE-Everis y perteneciente a la junta directiva de Lyra: “Nadie puede modificar ni alterar datos. Habría que defraudar la mayoría de los nodos, algo que prácticamente se da por imposible”.

Pero hay más valores para el usuario: la eficiencia en los procesos es mayor, así como la velocidad. Además, la información se puede rastrear, con lo que todos los puntos pueden ser verificados -de ahí la fiabilidad de los datos-, pues siempre se podrá comprobar su origen. Otra de las ventajas de blockchain es que no se puede borrar nada, pues la distribución de la información entre los nodos hace imposible esta tarea.

Uno de los objetivos de Lyra, que en un principio se ha centrado en el campo de la identidad digital, es trabajar con los notarios, según cuenta Ibáñez: “Hemos llamado a los representantes del notariado y algunos notarios están trabajando para hacer una blockchain notarial. Todo lo que son las actas, las escrituras, el protocolo notarial, se podría hacer en blockchain y ofrecer un servicio de identidad digital”. Es decir, simplificar los trámites de forma radical.

Santiago Márquez Solís, especialista en blockchain y uno de los autores de ‘Blockchain: la revolución industrial de internet’, señala que para el usuario sobre todo significa librarse de intermediarios: “El objetivo de la cadena de bloques es que tú puedas hacer negocios con cualquier persona aunque no confíes en ella, sin necesidad de que haya entremedias un árbitro en el que los dos confiéis”. Este papel de árbitro es el que hasta ahora hacen los mediadores de seguros o las agencias financieras.

¿Quién puede participar en Lyra?

Todo el mundo puede participar en la red, según Ibáñez. “Lyra no es por sí mismo un negocio”. Eso sí, está pensada para que entren startups, ONGs y empresas para hacer negocios, aunque en este caso el modelo no es público, como en Bitcoin o Ethereum, los dos sistemas de blockchain más famosos.

“Es una red permisionada”, explica Ibáñez. “Hay nodos que controlan la información y se llaman validadores, otros son supervisores, otros gestionan la información y luego hay nodos usuarios. En definitiva, hay distintos niveles de nodos, cada uno con una función y con un nivel de restricción de acceso a la información”.

Ibáñez señala que los nodos validadores serán las empresas fundadoras, aunque el modelo aún no está claro. “Cuando estén los estatutos convocaremos a la prensa para explicar exactamente cómo queda la posición de los nodos en el sistema”. Esto podría ser para julio de este año.

Un coto privado blockchain

Márquez Solís explica que Lyra trata de resolver un problema que hasta ahora no tiene una solución sólida, como es el de la identificación digital. Sin embargo, señala que ya existen proyectos públicos que trabajan en ello, como el de software libre uPort, sobre la red Etherum.

“Es un mecanismo de forma que toda la red dice que tú eres tú en base a una serie de información y a un contrato digital que se establece dentro de la red”, apunta.

De hecho, la propia Lyra utiliza la información de uPort, pero su carácter semiprivado la imbuye de ciertas particularidades. Debido a este carácter el consorcio podrá decidir quiénes pueden o no hacer uso de Lyra.

“Si se tuviera la información digital de las personas metida dentro de un consorcio que está regulado, se tendría un poder tremendo sobre ellas”, comenta Márquez Solís.

Sin embargo, en el proyecto Lyra la identidad digital seguiría residiendo en uPort y no controlada por Lyra. Cuestiones técnicas de blockchain que definen matices importantes de los servicios que prestarán estas plataformas.