Los peligros a los que te arriesgas si aceptas sin leer los términos y condiciones

Actualmente, la mayoría de servicios de internet requieren que se acepten unos términos y condiciones para permitir el acceso. Este contenido suele ser complicado de entender para el lector de a pie y suele modificarse cada poco tiempo, por lo que habría que releerlas periódicamente. Además, los términos y condiciones de uso suelen ser textos muy largos, tanto es así que, por ejemplo, el de Twitter alcanza las 35 páginas y el de Microsoft contiene más de 5.000 palabras. Sin embargo, no dejan de ser una especie de contrato que el usuario firma con los creadores de un servicio en concreto, tal y como indica la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), por lo que es importante saber realmente qué incluyen estos términos y condiciones de uso.

Posibles peligros

Los riesgos de no leer los términos y condiciones de uso cuando nos registramos en alguna plataforma o los correspondientes a un servicio concreto pueden variar, pero hemos de saber que todos ellos pueden incluir alguna cuestión que no aceptaríamos si los leyéramos.

Uno de estos riesgos es que el servicio o la plataforma venda los datos personales del usuario a terceros. Facebook por ejemplo avisa en sus términos y condiciones de uso que permitirás que la red social use toda la información y contenido que crees y compartas.

Otro riesgo es que la plataforma en la que estés aceptando los términos y condiciones guarde en sus servidores tu contenido aunque ya lo hayas eliminado. Esto aparece en la página de Facebook, donde se especifican ciertos supuestos como que tu contenido desaparecerá 90 días después de que tú lo elimines, y en Youtube, ya que se reserva el derecho a retener tus vídeos aún borrados, tal y como indica la OSI.

Otra posibilidad al aceptar los términos y condiciones es conceder a la plataforma el acceso a tus datos. Esto incluye desde tus fotos, vídeos y documentos hasta incluso tu ubicación exacta. Por ejemplo, Google es capaz de obtener información de nosotros que luego utiliza en otros de sus servicios. De esta forma, optimiza las búsquedas y las adecúa a las necesidades de cada usuario mostrando incluso publicidad correspondiente a nuestros intereses.

Por estas razones la Oficina de Seguridad del Internauta recomienda leer las cláusulas de estos textos antes de aceptarlos de la misma forma que lo hacemos al firmar un contrato. En caso de que resulte muy complicado entender cada apartado de los términos y condiciones de uso, sería aconsejable informarse al respecto y conocer los puntos más relevantes. Sólo de esta forma podremos decidir con criterio en qué servicios registrarnos.

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