Internet
¿Es posible protegernos para evitar el rastreo de todo lo que hacemos con el móvil?
Tanto Apple como Google están tomando conciencia de la importancia de proteger a los usuarios de las técnicas que usan algunas empresas para conocer cómo nos comportamos.
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Jaron Lanier es conocido mundialmente como "el padre de la realidad virtual" y, en los últimos años, se ha significado por ser un importante activista en favor de la privacidad de los usuarios frente a las compañías que se sirven de la tecnología para monitorizar todo lo que hacen día a día. Suya es la apreciación de que no son nuestros datos lo que buscan esas corporaciones, sino más bien cuál es "el cambio gradual, ligero e imperceptible de nuestro comportamiento y percepción". Ese es el verdadero producto.
Así que como en todo mercado donde existe un bien de alto valor, se busca la manera de conseguirlo a toda costa para, a continuación, ser capaces de modular los mensajes que recibamos, conscientes de que podemos ser especialmente sensibles a ellos. De ahí la trascendencia de movimientos que están permitiendo al usuario tener cada vez más control sobre sus dispositivos, iOS 14, por ejemplo ha centrado muchas de esas novedades en ese terreno.
Límites y control personal
Durante muchos años han proliferado las empresas cuya razón de ser es la recopilación de toda la información que minan de nuestros dispositivos, para saber hasta el más mínimo detalle de lo que hacemos. Las cookies, entre otros recursos, han sido una fuente de información inagotable sobre qué nos gusta, qué compramos, cuándo lo hacemos, cuáles son nuestras creencias e inclinaciones políticas o a qué hora nos despertamos, cuándo comemos y al final, cuándo nos vamos a la cama.
Son esos cambios imperceptibles que decía Jaron Lanier los que señalan el camino de estas empresas, que tienen en muchas ocasiones el cielo abierto antes usuarios descuidados que les ofrecen todo tipo de facilidades y permisos: a la cámara, a los SMS, a los contactos, a las llamadas, al micrófono, etc. Por lo que todos, de alguna manera, debemos tomar conciencia de que en el centro de ese acosistema siempre estamos nosotros.
iOS 14, desde su publicación el pasado martes, ha traído una buena ración de notificaciones del sistema, que muchos usuarios podrían llegar a pensar que son molestas pero que en realidad son necesarias para controlar la actividad de todas esa amenazas. Limitar el acceso a la ubicación, avisos de cuándo una app está utilizando el micrófono o la cámara, etc., pueden parecer decisiones banales, pero ayudan a que ese rastreo del que somos víctimas se detenga. Facebook, por ejemplo, tendrá que buscar nuevas formas de seguir minando datos de nuestras rutinas; o TikTok, cuando fue pillada in fraganti (como otras muchas aplicaciones) cotilleando en nuestro portapapeles.
Google, por su parte, ya ha avisado de que Chrome va a eliminar una buena cantidad de cookies de terceros, para evitar que los anunciantes sepan qué hacemos y cuándo, además de otras medidas que tienen que ver con Android 11. Es paradójico que los de Mountain View recurran a estas herramientas cuando son uno de los principales señalados cuando se trata de relacionar la recolección de datos con la venta de publicidad de una forma masiva.
Como prueba de que estas medidas van ofreciendo resultados, un botón. Abhishek Sen, cofundador de NumberEight, una startup de las llamadas de “inteligencia contextual”, afirmó que “vemos los anuncios de Apple (sobre el control de la privacidad de iOS 14) [y] los consumidores se vuelven más conscientes de la privacidad y la muerte de la cookie [...] Las marcas se ven obligadas a repensar sus campañas, que siempre han sido, 'Quiero conocer al individuo y conocer sus preferencias'".
Sensores que nos delatan
Estas tecnologías que están en el ojo del huracán son tan sofisticadas que tienen la capacidad de inferir la actividad de un usuario simplemente por los movimientos de su smartphone, y da igual si estamos entrenando o realizando algún tipo de ejercicio físico, o bien sentados en un transporte público camino de casa a una determinada hora. Con esa simple información, es posible "predecir el contexto". Así que si has utilizado la brújula en algún momento, o tienes configuradas las alertas para levantarte en tu Apple Watch, es muy posible que estás empresas lo sepan si no cierras el grifo de los permisos y las notificaciones.
¿Solución? Aunque en esta batalla siempre contaremos con menos herramientas que la otra parte, es fundamental concienciarse y no regalar los permisos según nos los pidan. Si un videojuego os pide tener acceso a los SMS, probad a negárselo. Si una herramienta de edición quiere conocer nuestro historia de llamadas, probad a negárselo. Y si la condición para que funcionen es aceptar esos peajes, entonces ha llegado el momento de pensar si nos conviene.
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