LOS MÉTODOS ALTERNATIVOS SON MENOS FIABLES
¿Por qué en pleno 2017 la mejor forma de bloqueo sigue siendo una contraseña?
Diez años después del 'boom' del iPhone los métodos de bloqueo alternativos a la contraseña de toda la vida todavía no son tan fiables.
Publicidad
Los esfuerzos por acabar con las contraseñas, sobre todo a la hora de desbloquear los móviles, ofrecen una buena dosis de comodidad y de futurismo, pero todavía no alcanzan el nivel de seguridad que ofrece una contraseña formada por números y letras.
Puede quedar un poco de la vieja escuela defender este método frente a los más avanzados, pero vamos a desgranar los motivos por los que las tres principales alternativas cojean un poco en garantizar la seguridad de tus datos: el patrón típico de Android, la huella dactilar y el reconocimiento facial y de iris. El grado de flaqueza también va en este orden.
Patrón
En este caso el culpable es el que hace uso del sistema, no del sistema en sí. Una investigadora noruega analizó en 2015 cuatro mil patrones de bloqueo, demostrando que casi la mitad de ellos comenzaban por el lado más intuitivo: la esquina superior izquierda. De hecho, ocho de cada diez comenzaban por una esquina y las combinaciones más típicas eran de tres en raya en lugar de patrones sofisticados.
Haced el favor de combinar al menos cinco puntos de desbloqueo y no dibujéis letras del alfabeto, que estáis cometiendo los mismos errores que poner ridículas contraseñas como '1234'.
Huella dactilar
Se introdujo masivamente a partir de 2013, con la irrupción del iPhone 5S, y está omnipresente no sólo para desbloquear el teléfono: también está integrado en aplicaciones de bancos o de archivos en la nube.
En 2016 un equipo de la universidad de Michigan descubrió que para engañar a algunos lectores de huellas sólo se necesitaba una impresora de inyección y una tinta especial. Un año después, otro equipo de la misma universidad y otro neoyorquino desarrollaron una colección de 'huellas maestras' que desbloqueaban el 65% de los teléfonos.
Reconocimiento facial y de iris
Se llevan la palma en cuanto a inseguridad. El reconocimiento facial se introdujo hace tiempo en Android (desde la versión 4.1), pero no ha avanzado todo lo que se esperaba. Con una simple foto un usuario engañó al sistema de un Samsung Galaxy S8, dejando todos los datos del dispositivo a disposición de cualquiera.
Ojo, porque el sistema de reconocimiento de iris del mismo terminal, que suena más fiable, también fue hackeado.
Publicidad