LA REALIDAD VIRTUAL BUSCA HUECO EN LOS MÓVILES
Renace el fantasma de Second Life (eso que iba a ser una revolución y acabó en nada)
La aparición de varios dispositivos de realidad virtual para móviles es un intento de popularizar algo que tuvo su ‘hype’ durante la década pasada: la realidad alternativa.
Publicidad
El 13 de mayo de 2007 Gaspar Llamazares se convirtió en el primer político español en dar un mítin en Second Life. La noticia salió en los informativos de aquel momento, y suponía un baño de modernidad para el candidato de una formación política ya entonces en decadencia. Posiblemente pocos votantes de IU (o de cualquier otro signo) estaban entonces en Second Life, y si estaban no sabían para qué era.
Pero ¿qué era Second Life? Bueno, en realidad sigue siendo, aunque ahora es como una de esas discotecas que tiempo atrás estuvo de moda y ahora, tras varios intentos por hacer rebrotar la llama de las brasas, se llama de forma diferente y es mucho peor, pero sigue intentando llenar el garito de jóvenes tambaleantes.
Second Life era una plataforma de realidad alternativa, una especie de gran juego de rol cuyo juego era estar ahí. En él se creó un universo a imagen del nuestro, en el que cada persona tenía un avatar y, a través de él, interactuaba con los demás usuarios.
Y allá que fue Gaspar Llamazares a convocar un mítin sobre tecnología como ocurrencia de algún genio de la estrategia política. Ante él "entre un mínimo de 80 personas y un máximo de 89", según un hilarante teletipo del momento, que sería "una participación equivalente a un mítin para 10.000 personas en la vida real", según fuentes de la formación. El cálculo no preguntes a qué responde.
La buena cuestión es que IU obtuvo los peores resultados de su historia, con un solo diputado (el propio Llamazares), además de otro por parte de ICV, su marca coaligada en Cataluña. Y Second Life, esa plataforma llamada a revolucionar nuestra forma de relacionarnos a través de la tecnología, dejó de interesar a los medios de comunicación y se quedó en el olvido.
Por el camino dio tiempo a montar una manifestación ante la sede del PSOE en la plataforma y, para algunos, de dejarse no poco dinero en compras dentro de la herramienta que nunca lograron rentabilizar.
En junio de ese mismo año un vídeo de YouTube hecho por una consultora italiana alcanzó cierta difusión. Se trataba de 'Prometheus, the media revolution', un documental ficticio de animación en el que proponían cómo sería el futuro de la tecnología.
En el metraje incidían especialmente en dos cuestiones que entonces llenaban los titulares: el copyright (que en la cinta desaparece, por cierto) y la realidad alternativa.
Según las previsiones del vídeo, el modelo de negocio de las grandes compañías tecnológicas será esta realidad alternativa, en el que la compra y venta de recuerdos y experiencias estará a la orden del día e, incluso, impulsará la investigación espacial en busca de nuevas experiencias que ofrecer a sus usuarios.
Delirante
Second Life ya no pinta nada, sabemos que nada de lo que cuenta ese vídeo resulta verosimil cuando el modelo de negocio real son los productos o los datos... Pero seguimos a vueltas con la realidad alternativa o aumentada, a lo Google Glass (que también quedó en nada, por cierto)
El último grito viene de la integración de esa idea de realidad virtual con la exitosa industria informática (como HoloLens) o la del móvil. Samsung ha sido el que más fuerte ha dado con Samsung VR, aunque hay muchas más opciones (y mucho más baratas también).
La pregunta es, ¿será todo esto de la realidad virtual un nuevo Second Life?
Publicidad