La tecnología blockchain hará que los creadores recuperen el valor de la copia de sus obras

Cuando se menciona el término blockchain la referencia inmediata para profanos es mentar los bitcoins. Sin embargo, detrás de este ecosistema existe mucho más que las monedas digitales, como la mencionada u otras, como Ethereum, Dogecoin o Litecoin.

De hecho, el uso de una criptomoneda que no se pueda usar dos veces es cierto que es lo más mediático, pero no lo único. La tecnología blockchain (cadena de bloques) también se aplica para crear un ID o identidad digital única para cada persona –creadores de contenidos o artistas, por ejemplo-, o, además, para certificar (aquí hace de notario) un pago o un contrato entre dos partes.

Si todo este ecosistema se traslada a la industria de contenidos (cine, música, libros, fotografía), aparece un vaticinio en el que coinciden los expertos.

“Blockchain hará que a los creadores se les devuelva el valor de la copia y su control del derecho que genera su obra. La copia de sus obras se volvió infinita con la llega de internet, perdió valor y tampoco es que Facebook o Google respeten los derechos de autor”, explicó Covadonga Fernández, cofundadura del Observatorio Blockchain y corresponsal de CriptoNoticias.

Fernández hizo este pronóstico dentro el foro ‘¿Será blockchain la salvación de los creadores?’, organizado por CreaCultura (AtresMedia).

El foro, moderado por la periodista Helena Resano, contó no solo con Covadonga Fernández, sino también con Cristina Carrascosa, abogada especializada en propiedad intelectual y tecnologías de la información y Álex Preukschat, fundador de Blockchain España y coordinador y coautor del libro "Blockchain, la revolución industrial de internet".

Precisamente, Alex Preukschat aseguró que todos los modelos de negocio que pivotan sobre esta nueva tecnología están en fase pre-alfa; es decir, cómo si ahora, en la era de WhatsApp, Twitter, Facebook o Google, rememorásemos lo que era internet a finales de los 90.

No obstante, este experto sí destacó que para los creadores culturales o de contenido ya existen proyectos o protocolos en funcionamiento que captan el interés y el dinero de las grandes tecnológicas.

Media Chain, por ejemplo, adquirida por Spotfy, como fórmula dentro de esta nueva tecnología para atribuir con nombre y apellidos y rastro digital de quién son las canciones que circulan en sus playlist. No es otra cosa que un protocolo en el que un sistema de bloques cataloga la música para que a los artistas se les remunere con una criptomoneda.

“En el caso de las fotografías, que todo el mundo coge de Google tenga o no derechos, blockchain puede ubicar un código a cada foto para que con esta tecnología el fotógrafo, por ejemplo, sepa en tiempo real quién se ha apropiado de la imagen o qué uso se le está dando”, aportó también la abogada Cristina Carrascosa durante el evento.

La revolución blockchain no solo afectará a cineastas, músicos o escritores, sino también representará un cambio de paradigma para los consumidores de contenido digital.

“Por primera vez, al usuario se le pagará por ver publicidad, por ejemplo, o por ver contenido. Estamos en una economía de la atención y esa atención se tendrá que pagar”, afirmó Covadonga Fernández, en referencia a Flixxo, otro proyecto disruptivo.

Flixxo es una plataforma blockchain, similar a YouTube, en la que los usuarios cuentan con tokens (fichas digitales, unidad de dinero) para ver vídeos y cuando se les acaban pueden obtenerlos viendo (sí, viendo) publicidad; es decir, el espectador no soporta estoico la publi, sino que los anunciantes le pagan por ella para poder luego acceder a nuevos vídeos.

Todo ello representa todavía una tecnología incipiente con la que se está experimentando, jugando e inventando modelos de negocio (también para la industria de contenidos), según destacó Alex Preukschat.

“Se está creando con blockchain una criptoeconomía que aún no se sabe cómo será en el futuro. Esto es un gran experimento real”, finalizó el experto.