Twitter podrá comerciar con tus contenidos sin pagarte ni un euro

El relato en tiempo real en Twitter del amerizaje del vuelo 1549 de US Airways sobre el río Hudson de Nueva York en enero de 2009 fue uno de los mejores ejemplos de la utilidad informativa que tenía la red de microblogging por aquel entonces.

Información pura y dura y en tiempo real, una herramienta muy importante para los periodistas y profesionales de la comunicación que veían cómo las nuevas tecnologías servían para enterarse de hechos relevantes que antes tardaban más horas en llegar a las redacciones. Era el comienzo.

Hoy, ocho años después de aquello, Twitter se ha convertido también en un ecosistema de trolls, odios, envidias, 'influencers' y algún narrador de historias que pululan a sus anchas por los 'timelines' de los usuarios. Entre todo esto, también existen las historias falsas, en lo que ha venido a llamarse la 'postverdad' y que, entre otras cosas, ha encumbrado a un polémico magnate como el 45 presidente de los Estados Unidos.

Para luchar contra todas esas noticias falsas -o mejor dicho, para eximirse de responsabilidad-, Twitter ha vuelto a cambiar sus términos y condiciones de uso, que entrarán en vigor el próximo mes de octubre.

Entre los cambios, ahora se puede leer una cláusula en la que se lavan las manos sobre lo que sus usuarios escriben en su plataforma y dejan alojado en sus servidores: “No ratificamos, apoyamos, reafirmamos ni garantizamos la compleción, veracidad, precisión o fiabilidad de ningún contenido o comunicación publicada por medio de los servicios, ni ratificamos ninguna opinión”, además de que “todo el contenido es responsabilidad única de la persona que lo origina. Puede que no monitoricemos ni controlemos el contenido publicado por medio de los servicios, y no podemos hacernos responsables de dicho contenido”.

Ahora bien, en este punto se podría pensar que, de manera lógica, si Twitter no se hace responsable de lo que escriben sus usuarios tampoco debería aprovecharse de esos textos, imágenes, vídeos, audios..., que se comparten a cada segundo, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad.

Twitter incorpora una nueva cláusula para aprovecharse de todo ese contenido. “Al enviar, publicar o mostrar contenido, nos otorga una licencia mundial, no exclusiva, libre del pago de derechos (con derecho a sublicencia) para usar, copiar, reproducir, procesar, adaptar, modificar, publicar, transmitir, mostrar y distribuir dicho contenido en todos y cada uno de los medios de comunicación o métodos de distribución posibles (conocidos ahora o desarrollados con posterioridad)", y añade el punto clave: “Sin abonarle a usted una compensación”.

Igual ahora antes de que te pongas a escribir un hilo contando tus vacaciones de una manera original o de que subas tus fotografías inéditas sin marca de agua prefieres pensártelo dos veces. Por lo que pueda pasar.