ANALIZAMOS LO QUE DICE LA LEY
¿De verdad va a prohibir los memes la Unión Europea?
La semana pasada una terrible noticia atormentaba nuestros digitales corazones: la Unión Europea iba a prohibir oficialmente los memes en todo el territorio de la eurozona. Y claro, llegó el drama y todos nos pusimos a llevarnos las manos a la cabeza.
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¿Cómo vamos a prescindir de los memes? ¿Cómo renunciar a tamañas obras de arte de la expresión online contemporánea? ¿Qué va a ser ahora de Proscojoncio? Luego ya nos pusimos un poquito más serios: oye, de verdad, ¿a quién se le ocurre esto? ¿En qué estaban pensando? ¿No se dan cuenta de que, además de ser una normativa absurda, absolutamente nadie la va a cumplir?
La clave: propiedad intelectual
Vamo a calmarno y a analizar todo despacio. Todo esto nace de una propuesta de la Comisión Europea, que ya en 2016 impulsó una nueva directiva que endurecía sus términos en materia de propiedad intelectual. Sus intenciones eran evidentes: acabar con la piratería y las descargas de películas, series y otras obras protegidas bajo copyright.
En este contexto, la nueva normativa establecía que las grandes plataformas (inclusive redes sociales) serían parte activa de esta vigilancia. De hecho, se impulsaría la búsqueda concreta de este tipo de obras mediante algoritmos para detectar si un material difundido a través de internet estaba incumpliendo la normativa europea.
¿Entonces habrá memes o no?
Pero vamos al meollo de la cuestión: ¿entonces van a prohibir los memes? ¿O emosido engañado? Más bien la segunda opción. Los memes no van a desaparecer de internet, básicamente por cuatro motivos que individualmente no son definitivos, pero sí de manera conjunta:
1.- Modificación. Los memes propiamente dichos no son apropiaciones de obras ni difusión de materiales protegidos bajo copyright. Todo meme lleva consigo un texto añadido o un montaje fotográfico, así que se trata de una modificación. Eso no implica que no se haya usado una obra con propiedad intelectual, pero está a años luz de parecerse a difundir una serie o una película, por ejemplo.
2.- Parodia. Los memes son evidentemente una parodia, en ningún caso hay un claro ánimo de lucro ni nada por el estilo. Si la Unión Europea pretendiese acabar con el cachondeo en redes sociales, quizá ella misma se acabaría convirtiendo en objeto de burla.
3.- Usuarios, no empresas. Repetimos, aquí no se trata de páginas web ni de empresas intentando sacar dinero de una obra protegida, sino de creaciones individuales que se difunden de manera automática y exponencial por todo el mundo. ¿Pierde dinero Nicolas Cage si se difunde un meme con su cara? ¿Pierde royalties de sus películas? Evidentemente, no.
4.- Es imposible prohibirlos. Quizá es el argumento menos jurídico, pero sin duda el más evidente. No puedes prohibir algo que hace todo el mundo. Por cada meme que desapareciese aparecían otros miles, así que ponerse a borrar memes es una tarea literalmente imposible.
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