NUEVA POLÉMICA EN LA PLATAFORMA
YouTube permite a canales nazis, pedófilos o conspiranoicos financiarse con publicidad de las grandes marcas
Un nuevo escándalo publicitario acecha a YouTube, la plataforma de vídeos propiedad de Google. En este caso, y según la exclusiva de la cadena CNN, la publicidad de más de 300 grandes marcas han estado apareciendo en canales de contenido extremista, violento, pro Corea del Norte o de contenido pornográfico sin que ellas lo supieran.
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En febrero de 2017, el periódico The Times hacía saltar la liebre informando de que cientos de vídeos de YouTube de contenido filoterroristas y de extrema violencia habían aparecido junto con publicidad de numerosas empresas, como Pepsi o Starbucks, que habían apostado por YouTube como su plataforma para invertir en publicidad online.
Este escándalo hizo provocó que Google tuviera que pedir disculpas mientras que las acciones de YouTube caían en la bolsa y los anunciantes enfilaban la puerta de salida de la plataforma. Además, anunciaron un cambio en la política de monetización de sus canales, con el consiguiente perjuicio a los creadores de contenidos con menos volumen y provocando también su enfado.
Ahora, un año después, CNN ha vuelto a hacer público un escándalo que recuerda en muchos aspectos al de 2017. En este caso, las afectadas han sido más de 300 empresas anunciantes, como Adidas, Amazon, Cisco o Under Armour, entre otras, que han visto cómo sus creatividades publicitarias aparecían al lado o dentro de vídeos de contenido supranacionalista, nazi, pedófilo, con teorías conspiranoicas o propaganda del régimen de Corea del Norte.
Incluso se han visto afectadas agencias estatales norteamericanas, como el Centro para el Control de Enfermedades, que subían su publicidad a YouTube.
Los anunciantes, además, no eran avisados de dónde aparecían sus publicidades, por lo que no podían tomar medidas de restricción de las visualizaciones que se hacían. Por el momento, tan solo Under Armour ha anunciado su salida del programa de anunciantes de YouTube.
La compañía, a través de unas declaraciones de una portavoz recogidas por la CNN, se ha limitado a decir que se han unido con sus partners publicitarios para “realizar cambios significativos en cómo se da la monetización de YouTube con políticas estrictas, mejores controles y una transparencia mejorado” y que, en el momento en el que encontraban los anuncios apareciendo en canales que no cumplía con esas políticas, inmediatamente eliminaban las publicidades.
“Sabemos que no todos los vídeos son apropiados para nuestras marcas”, añadió, aunque no explicó el porqué de este nuevo escándalo que amenaza con hacer mucho daño a los ingresos publicitarios de YouTube.
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