COMO UN PEQUEÑO PORTÁTIL DE DOS PANTALLAS
Apple ha registrado la patente de un iPhone que se dobla
Es el último diseño que Apple ha registrado en la oficina de patentes: un iPhone con una especie de doble pantalla capaz de doblarse sobre sí, de igual forma que hace un portátil.
Publicidad
Con el lanzamiento del iPhone 7 a Apple se le ha acusado de falta de innovación, de presentar más de lo mismo y de haber perdido ese músculo de originalidad que tenía cuando estaba Steve Jobs. Porque siempre se menciona a Steve Jobs con nostalgia desconsolada. Pero es cierto que la última generación del smartphone con la marca de la manzana no ha contado con ninguna característica resaltable por encima de otras mejoras.
Mayor rendimiento, avances en la pantalla y sobre todo la cámara, así como algunos anuncios jugosos en el plano del software. Poco más. El iPhone 7, un número redondo para Apple, no ha sido como el 6 o el 5, que trajeron novedades ruidosas. Y al fijar la mirada sobre estas versiones es fácil darse cuenta que estas novedades consistieron en modificaciones del tamaño de pantalla.
Tal vez la siguiente gran novedad del iPhone también venga por el lado de la pantalla. Y como sólo hace falta una chispa para prender la mecha de la especulación en lo que se refiere a Apple, el hecho de que la compañía haya registrado una patente de un iPhone que se dobla va a levantar habladurías de todo tipo.
Así, la compañía ha registrado ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos un diseño de un iPhone (este punto es importante porque en otras patentes hablaba de "smartphones" flexibles, pero no de "iPhone") que se puede doblar horizontalmente. Esto quiere decir que un supuesto terminal que utilizara esta patente se podría doblar igual que lo hacer ahora un portátil –sólo que a menor tamaño, claro–, aunque en este caso cada uno de los planos sería una pantalla.
Esto no quiere decir que el iPhone 7s o el 8 vayan a ser de esta manera. Ni siquiera quiere decir que Apple vaya a emplear alguna vez la patente que ha registrado. Una cosa es registrar un diseño innovador para que no te lo quiten y otra es llegar a la conclusión de que es una buena idea vender un producto con ese diseño. En el caso de que los directivos de la compañía llegaran a esa conclusión aún quedaría materializar la patente.
El diseño que ha registrado Apple no está basado en tecnología sencilla. Se deberían utilizar una serie de materiales que permitieran doblar el dispositivo sin que la imagen sufriera distorsión alguna. Para esto la patente propone el uso de nanotubos de carbono u otras estructuras moleculares basadas en carbono que ofrezcan flexibilidad y conductividad, como el grafeno.
Este tipo de estructuras permiten acoger circuitos impresos y otras superficies que forman las tripas de los paneles táctiles y los dispositivos electrónicos en general. El problema es que tanto los nanotubos de carbono como el grafeno son materiales cuya producción hoy por hoy es muy cara y su introducción en dispositivos electrónicos no está sólidamente probada a nivel comercial.
No estamos hablando de ciencia ficción, pero no parece que un iPhone que se dobla vaya a ser ni mucho menos inminente.
Publicidad