LA SENSACIÓN DEL CES
Decepción con el Rabbit R1, está basado en Android y su SO se reduciría a una app
Se convirtió en una de las sensaciones del CES, y ahora que ha llegado a sus primeros propietarios, han descubierto algunas cosas que no les han gustado, y que no habían advertido sus creadores.
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En el pasado CES de Las Vegas, el Rabbit R1 se convirtió en una de las grandes sensaciones de la mayor feria de tecnología del mundo. Este pseudo teléfono busca precisamente hacernos menos dependientes de los smartphones, y basa toda su experiencia en la interacción con un modelo de lenguaje basado en IA. Según sus creadores, toda esa IA estaba encapsulada en un sistema operativo, Rabbit OS, por lo que se trataba de una propuesta totalmente diferente, y que además llegaba al mercado con un precio de solo 200 euros. Ahora que se han comenzado a entregar las primeras unidades, se ha descubierto toda la verdad sobre su software, y a algunos les ha decepcionado.
No es tal y como nos lo habían vendido
Eso es al menos lo que han podido comprobar quienes lo han probado, independientemente de la experiencia de uso que les ha aportado este nuevo dispositivo. Quienes se han puesto de manera concienzuda a analizar el interior del Rabbit R1, se han podido dar cuenta de que este dispositivo, en cuanto a software se refiere, está basado en Android, el sistema operativo de Google. Por lo tanto Rabbit OS no es un sistema operativo propietario, sino que podríamos definirlo como una capa de personalización, en este caso basada en exclusiva en un asistente de IA.
Pero aquí no termina todo, porque desde Android Authority han podido acceder a un APK, que no es otra cosa que una app del sistema operativo, que permite ejecutar RabbitOS, que ahora sabemos que sería básicamente una capa basada en una app como otra cualquiera. Eso a priori es lo que han descubierto al tener en las manos este nuevo dispositivo, que sin duda ha causado sensación en los últimos meses y que ahora se revela como algo diferente a lo que nos habían hecho creer.
Esto es algo que no debe ser necesariamente malo, pero sí que no deja en buen lugar a los creadores de este dispositivo, que quizás no han sido del todo sinceros a la hora de vender el producto, sin especificar que se trata de un dispositivo al fin y al cabo basado en Android. Lo más curioso, es que la app a la que han accedido y que ejecuta Rabbit OS, no solo ha sido ejecutada en un Google Pixel, sino también en un iPhone.
No obstante, desde Rabbit han querido aclarar que en ningún momento han ocultado que el dispositivo cuente con Android, y que no se limita todo su funcionamiento a esa sencilla app. Sino que hay mucho más trabajo por detrás, y una personalización muy profunda de que incluye además el procesamiento en la nube de su modelo de lenguaje, por lo que no sería tan sencillo como ejecutar una app en este dispositivo. Desde luego por 200 euros al cambio tampoco podíamos esperar un sistema operativo totalmente nuevo, pero es verdad que muchos se han sentido algo decepcionados por esta revelación, después de que se hayan entregado las primeras unidades.
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