DESDE EL COCHE DEL FUTURO A LAS ATRACCIONES DE FERIA DE LA REALIDAD VIRTUAL
La lista de frikadas que deja el MWC 2017
Como cada año, en el MWC hay sitio para rarezas de toda calaña. En esto se incluyen productos inesperados, las puestas en escena de los expositores o vaticinios detalladamente ilustrados.
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Se termina el Mobile World Congress 2017, pero hay que echar una mirada alrededor. Porque más allá de los anuncios de las grandes marcas de móviles y de los temas candentes, desde el 5G a la realidad virtual, el recinto está salpicado de excentricidades tecnológicas más allá del móvil.
Por ejemplo, una buena parte de los paseantes que abarrotaban los pasillos del MWC probablemente pararon en el stand de Samsung cuando vio un espectáculo de feria sofisticado: sillones que giraban y música de animación.
Eran unas sillas robotizadas, como de simulador aeroespacial. La experiencia era la realidad virtual, pero ya no vale sólo con una inmersión a nivel visual: los sillones volteaban y giraban como si los dirigiera la mano inexperta del mismo adolescente que intenta atrapar un peluche en una máquina de gancho.
No era un producto sino una simulación. Así sería la realidad virtual si contáramos con unos sillones como esos. Desafortunadamente, nadie los tiene. Tampoco otras cosas están al alcance de la gente otras pretendidas maravillas que había en los expositores. Una estaba por cortesía de Bosch. La marca alemana tenía en su stand el que había bautizado como 'el concepto de coche del futuro'.
¿Qué tendrá un automóvil dentro de unas años (no tantos)? Para dar una idea general, los espejos serían cámaras –que eliminarán los ángulos muertos de visión–, el sistema reconocerá la voz del conductor y adaptará asiento y temperatura del vehículo, mientras que la conducción será autónoma, siempre que el conductor quiera. Porque si aún le queda un ápice de capricho por manejar el volante lo podrá hacer, pero para que no se distraiga, cuando tenga que pulsar los botones del navegador no necesitará tocar la pantalla: el sistema del coche detectará que quiere enredar y proyectará tecnología háptica, creándose unos botones con volumen en el aire.
Estar en contacto con los dispositivos inteligentes del hogar será otra de las funcionalidades que exhiba el vehículo. Pero tal vez lo más llamativo sea más conceptual que tecnológico. El automóvil formará parte de una solución integral de movilidad que si detecta que hay un atasco en una zona determinada puede aconsejar otra ruta que implique otros transportes. El usuario acepta, el coche te lleva a un aparcamiento de la estación de tren y te compra el billete.
Este año el MWC no ha sido prolífico en muestras llamativas de robótica, pero el expositor de Ubuntu sí ha destacado. En él se encontraban dos robots humanoides de la compañía catalana Pal-Robotics. Uno de ellos (el que aparece en segundo plano en la foto) está orientado a tareas de servicio en hoteles o restaurantes. El otro, más sofisticado, está pensado para asistir a gente mayor, como apoyo a la hora de andar e incluso para ayudarles a levantarse. Ambos están basados en el sistema operativo Ubuntu, de software libre.
Sin salir de la robótica asistencial, en el expositor de Vodafone, un exoesqueleto ha despertado el asombro de los visitantes. Se trata de una armadura mecanizada prácticamente de cuerpo entero. Está pensada para que las personas con parálisis de cintura para abajo puedan caminar.
Así, la estructura detecta cuándo el individuo va a mover una pierna y avanza la parte robótica correspondiente. Vodafone pone la conectividad para que se puedan enviar los datos del movimiento, con el objetivo de analizar la evolución del paciente.
En cuanto a la puesta en escena merece la pena reseñar la de Telefónica. Un gran panel con fichas ocupaba el fondo del expositor. Eran blancas por una cara y negras por la otra, y se daban la vuelta continuamente como los rótulos antiguos de una estación de tren, con un chasquido. Cuando una persona pasaba cerca, los puntos del panel giraban para dibujar su silueta en negro. Si levantabas la mano, una serie de fichas –el equivalente a la forma de tu brazo- se volvían negras, como una silueta digital.
Las fichas se llaman 'flip-flop' y consisten en una forma circular de plástico con un imán. Cuando éste se activa, el plástico se da la vuelta cambiando de color. La silueta de las personas se detecta mediante unas cámaras Kinect situadas ante el panel, y esa información se manda a un sistema, que la procesa y envía las instrucciones para activar los imanes correspondientes.
“La pantalla con menos resolución del Mobile”, así la define Miquel Santasusana, de Domestic Data Streamers, la empresa que ha diseñado la puesta en escena para Telefónica. Son 220 x 70 píxeles... en blanco y negro, claro. Una metáfora de los unos y ceros que forman el mundo digital.
En este caso se refiere al big data, en relación a la llamada 'cuarta plataforma' que ha presentado Telefónica. Uno de los conceptos que aderezan a los smartphones y gadgets, en un evento donde estos siguen siendo la estrella indiscutible.
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