Móviles
¿Qué significa la tasa de refresco y en qué beneficia a tu móvil?
La moda de 2020 es lanzar móviles con la mayor tasa de refresco de pantalla posible pero… ¿qué significa?
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En los últimos años, hemos escuchado que la gran mayoría de topes de gama que llegan al mercado están equipados con cámaras múltiples, baterías inmensas y pantallas con una tasa de refresco elevadísima. Empresas como OnePlus, Razer y ahora Xiaomi, Realme y Samsung han querido alardear de sus propias pantallas de una tasa de refresco hipersuave.
Es posible que, a día de hoy, hayas visto términos como ‘90Hz’ o ‘120Hz’ mencionados entre las especificaciones de un teléfono móvil pero seguramente que al mismo tiempo no tengas muy claro que representa esta cifra ¿Qué es una frecuencia de actualización o tasa de refresco de pantalla?
Tasa de refresco
Si lo reducimos a su mínima expresión, esta terminología refleja lo que realmente está sucediendo en la pantalla que estás viendo. Para que una pantalla produzca la ilusión de que hay una imagen en movimiento frente a nosotros se debe de actualizar un cierto número de veces. Al igual que sucede en el cine y sus famosos 24 fps, en un dispositivo digital también se trabaja con una secuencia de tomas fijas, pero reproducidas consecutivamente, de forma muy rápida.
La tasa de refresco alude directamente a esta velocidad, es decir, la mayor o menor rapidez a la que se actualiza la pantalla para mostrar la próxima imagen fija. Esto viene a explicar que una frecuencia de actualización alta puede marcar una gran diferencia en la sensación general y el rendimiento percibido de un teléfono, dicho de otro modo, la transición entre imágenes es mucho más suave y no va “a saltos”.
El ejemplo del OnePlus 7 Pro
El OnePlus 7 Pro fue uno de los primeros móviles en abandonar la clásica tasa de refresco presente en la gran mayoría de dispositivos digitales. Cuando cambiamos del OnePlus 6T al OnePlus 7 Pro, pasando de una pantalla de 60Hz a 90Hz, se observa un gran cambio en la experiencia de usuario con unas animaciones y transiciones mucho más suaves.
La necesidad de optimizar el contenido
Sin embargo, hay ocasiones que puede que, a pesar de contar con una pantalla de 120 Hz, el contenido no parezca ir acorde a las características de pantalla. Esto se debe a que el contenido debe optimizarse para que coincida con la salida que ofrece la pantalla. Si las animaciones en un juego o la interfaz general del teléfono alcanzan un máximo de 30 o 60 cuadros por segundo, no parecerá que haya mucha diferencia entre una pantalla de 60, 90 o 120 H.
Por este motivo cada fabricante se está encargando de optimizar el software, sus capas de personalización basadas en Android para que su interfaz de usuario coincidan con la tecnología ofertada por la pantalla de cada Smartphone.
Pasar de 60Hz a 90Hz, o de 90Hz a 120Hz no es fácil de percibir para todos a simple vista pero el salto de una pantalla de un móvil de hace 2 o 3 años, con una tasa de refresco de 60Hz, a un nuevo móvil como los Galaxy S20 que ofrecen el doble (120Hz) es un salto cualitativo más que evidente para el ojo. Por supuesto, todo ello apoyado no solo por la tecnología de pantalla, sino también por el mencionado software y el hardware que acompaña al dispositivo.
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