POCAS NOVEDADES
El Samsung Galaxy Z Flip 6 también desvela su diseño al completo
Parece que Samsung una vez más no va a invertir demasiado en transformar el diseño de su nuevo plegable, después de haberlo revolucionado en 2023 con una gran pantalla externa.
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Ayer conocíamos el diseño del Samsung Galaxy Z Fold 6, el nuevo plegable de los coreanos, que, aunque no supone una revolución a nivel de aspecto, sí que introduce algunos cambios interesantes que lo hacen más interesante acercan al diseño de los Galaxy S24. Y en esta ocasión le toca el turno al modelo plegable de concha, que es el más popular y vendido de su categoría, y que una vez más será el gran caballo de batalla de la firma coreana en un mercado en el que cada vez tiene a más contrincantes. Y la verdad que lo que hemos visto ahora es algo decepcionante.
Un diseño muy conservador
Tanto que a primera vista es exactamente el mismo teléfono, de hecho, nos cuesta distinguir entre la imagen del presunto nuevo modelo y el actual. Las imágenes 5K que ha desvelado @Onleaks desvelan que este teléfono tendrá algunas diferencias testimoniales, sobre todo en acabados y en las dimensiones. La pantalla será prácticamente igual, con un tamaño de 6.7 pulgadas.
Mientras que la gran pantalla externa repite, con un tamaño de 3,4 pulgadas y una vez más ese borde asimétrico que evita colocarse detrás de los sensores de cámara, como en el caso de sus competidores. Esta cámara contará de nuevo con dos sensores, y tendrá a su lado el flash LED, parece que exactamente en la misma posición. Nos encontramos igualmente la cámara perforada en la parte superior de la pantalla plegable.
Y en los laterales tenemos los mismos bordes rectos, aunque algo más gruesos ahora. Ya que el grosor del teléfono pasa de los 6.9mm a los 7.4mm, lo que según la fuente que lo ha filtrado, podría suponer el aumento de la batería, y por tanto de su capacidad, algo de lo que siempre han estado necesitados estos modelos. Aunque no extraña esta solución cuando Samsung ya cuenta con una tecnología de apilamiento de la batería que permite aumentar la capacidad de esta sin tener que aumentar a su vez el tamaño.
Tanto el altavoz, como el lector de huellas integrado en el botón de encendido y el conector USB tipo C se encuentran en el mismo sitio que su predecesor. Por lo que lamentablemente parece que vamos a estar prácticamente ante el mismo móvil a nivel de diseño. Y eso no tiene por qué ser malo, cuando vemos cómo cada año y durante un lustro el diseño de los iPhone sigue siendo siempre el mismo.
Dentro esperamos cambios importantes, como en su procesador, que debería ser en este caso un Snapdragon 8 Gen 3, la tercera generación que es la más potente actualmente, aunque cabe la posibilidad de una versión S del procesador, aún más potente. La cámara podría mejorar, porque ese mayor grosor podría no estar relacionado solo con la batería, y sí con la cámara de fotos. Esta podría incorporar algún sensor más sofisticado dentro de los dos con los que cuenta habitualmente. Así que nos toca apostar todo a los cambios en su ficha técnica, porque es evidente que por fuera va a parecer el mismo dispositivo.
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