EL 'GOOGLE X' DE LOS DE ZUCKERBERG
Esto es lo poco que se sabe (o se sospecha) sobre Building 8, el laboratorio futurista de Facebook
Interfaces cerebro-ordenador para controlar tecnología con la mente, drones, dispositivos médicos y realidad virtual o aumentada son las cuatro grandes áreas en las que trabajan en Facebook sin que nadie lo sepa. Hay, además, una quinta aún desconocida que, al parecer, se está gestando.
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En abril de 2016 Facebook anunció la creación de un proyecto del que se ha sabido poco desde entonces. Igual que Alphabet tiene Google X, el laboratorio ultrasecreto donde desarrollan proyectos futuristas cuyos detalles no se desvelan hasta que la tecnología está madura, la red social por excelencia celebra esta semana el primer aniversario de Building 8, quizá la más ambiciosa de las apuestas de la firma que lidera Mark Zuckerberg.
Esta cara y arriesgada iniciativa, que toma su nombre del número de letras que tiene la palabra Facebook, tiene al frente a una vieja conocida de la innovación más rompedora y visionaria: Regina Dugan, la primera mujer que estuvo al frente de DARPA, el brazo investigador del Pentágono, y que lideró en Google el proyecto ATAP, conocido por ideas como Tango, la realidad aumentada para dispositivos móviles de los de Mountain View, o los fallidos smartphones modulares de ARA.
La filosofía es más o menos la misma que trataba de aplicar Dugan, doctora en Ingeniería Mecánica por el Instituto de Tecnología de California (el famoso Caltech de Pasadena), en sus anteriores trabajos: “Ciencia audaz masivamente distribuida a través de productos que parecen cosa de magia. Un poco gamberra. Y bella”, en palabras de la propia líder del equipo. Y con “cientos de personas y cientos de millones de dólares destinados a este esfuerzo”, según Zuckerberg.
El objetivo: desarrollar los productos de ‘hardware’ del mañana, pero no tan 'del mañana' como para que no puedan salir a la venta en un par de años, plazo que tienen los líderes de cada rama del Bulding 8 para sacar adelante sus planes en materias que vinculan el mundo digital con el físico, como las interfaces cerebro-ordenador, la realidad aumentada o los drones.
Como ejemplo, el que la propia compañía puso cuando se hizo pública la creación del departamento: la cámara para grabar imágenes en 360º cuyos diseños se distribuyeron libremente para que cualquier compañía pudiera utilizarlos de cara a replicar o mejorar una tecnología que, de generalizarse, podría ser de gran utilidad para el futuro de la red social. A Facebook le interesa que los usuarios empiecen a familiarizarse con la realidad virtual.
Para sacar adelante ese tipo de innovaciones, que se alejan bastante de lo que ha sido hasta ahora el negocio principal de Facebook (redes sociales y mensajería instantánea), la compañía ha puesto al frente de cada subdivisión de Building 8 a una eminencia en su campo, con una enorme independencia y gran libertad a la hora de tomar decisiones.
El primero que integró las filas del gigante tecnológico fue Frank Dellaert, un experto en robótica e inteligencia artificial que encabeza lo que a todas luces es un proyecto relacionado con los drones. “Nos va a ayudar a hacer volar cosas”, señaló con cierto tono misterioso Dugan cuando compartió la noticia del fichaje.
Si cumple con las previsiones, los frutos de su trabajo en la firma de Mark Zuckerberg deberían ver la luz en verano de 2018, momento que aprovechará para cortarse la coleta y regresar a las aulas retomando su puesto como profesor en el Instituto de Tecnología de Georgia.
Más ambiciosa que esta iniciativa relacionada con los drones es la que dirige un neurocientífico (sin identificar) que formó parte del equipo de la Escuela de Medicina Johns Hopkins responsable de un brazo protésico que se controla con la mente. Su trabajo en Facebook podría estar relacionado con las intenciones de Zuckerberg de crear una red social que pueda manejarse con el pensamiento, como una especie de telepatía.
Para ello, los investigadores de esta rama del Building 8 podrían estar trabajando en alguna interfaz cerebro-ordenador o algún dispositivo de electroencefalografía, como las famosas diademas NeuroSky MindWave o Emotiv Epoc.
A este par de ambiciosas gestas en el seno del laboratorio más secreto de Facebook se suma otra vinculada con la realidad aumentada o virtual (un terreno por el que han mostrado reiteradamente su interés) y una cuarta con aplicaciones médicas que, al parecer, estaría liderada por un cardiólogo de la Universidad de Stanford. Se sabe poco al respecto, pero menos aún de un quinto proyecto totalmente desconocido para el que todavía están buscando responsable.
Cabe esperar que se den a conocer algunos detalles sobre el trabajo de estos grupos en la próxima conferencia para desarrolladores de Facebook, la FB8, que se celebrará los días 18 y 19 de abril en California, aunque lo cierto es que no hay nada confirmado. De hecho, en la agenda del evento no hay mención explícita alguna a Building 8.
En cualquier caso, estará por demostrar que la firma de Zuckerberg sea capaz de adentrarse con éxito en un mercado, el del ‘hardware’, que presenta retos logísticos y comerciales a los que la red social aún no se ha enfrentado. Tendrá que competir con gigantes de la tecnología que tienen años de experiencia en esas lides, las todopoderosas Google y Apple entre ellos, y tendrá que hacerlo con un equipo que, a juzgar por las ofertas de trabajo publicadas en la web del Building 8, aún se está formando.
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