AL PACÍFICO
Completan sin contratiempos la primera tanda del vertido del agua tratada de Fukushima
El agua contaminada con la que se enfriaron los reactores nucleares ha sido tratada para retirarle los residuos radioactivos. La operación de verterla al Pacífico ha recibido críticas dentro y fuera de Japón.
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La propietaria de la accidentada central nuclear de Fukushima completó hoy la primera tanda del vertido del agua tratada de la planta, en la que se han echado al mar 7.788 toneladas del líquido, según ha confirmado a EFE una portavoz.
El agua estaba contenida en diez tanques y el vertido se ha desarrollado "sin ningún contratiempo", indicó la empresa operadora de la planta y a cargo del proceso, la Compañía Eléctrica de Tokyo (TEPCO, por sus siglas en inglés).
Esto supone en torno a un 0,6% de los 1,34 millones de toneladas de agua radiactiva tratada que se encontraba almacenada en las instalaciones antes de que comenzara el vertido el 24 de agosto.
En las próximas tres semanas TEPCO planea realizar una inspección del equipo empleado en el proceso y comenzar una segunda tanda del vertido tan pronto como finalicen los preparativos pertinentes.
Millones de toneladas de agua contaminada han sido generadas en las instalaciones, bien por los trabajos de enfriamiento de los reactores dañados y el combustible fundido en el accidente atómico de 2011, bien de filtraciones de agua de lluvia en las mismas a lo largo de los años.
Esta agua es tratada mediante un complejo sistema de filtrado que elimina la mayor parte de los elementos radiactivos nocivos, menos el tritio, antes de su almacenamiento en tanques para ser vertida.
Liberar agua durante tres décadas
Actualmente hay más de 1.000 tanques en los terrenos de la planta y se espera que su vertido se prolongue al menos durante 30 años.
El agua tratada se diluye para reducir los niveles de tritio presentes a menos de una cuarta parte de la concentración permitida según las normas nacionales de seguridad y hasta niveles dentro de los estándares internacionales que baraja el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha dado su visto bueno al plan.
TEPCO lleva a cabo caca día un muestro y análisis de muestras del agua del océano Pacífico en un radio de tres kilómetros alrededor de la zona de descarga, cuyos resultados son de dominio público, y por el momento no ha detectado niveles radiactivos anormales.El OIEA, que también ha realizado análisis independientes, tampoco ha hallado anomalías en dichos niveles.
El organismo ha recordado en varias ocasiones que las centrales nucleares de todo el mundo vierten de forma habitual agua tratada que contiene tritio y otros radionucleidos como parte de sus operaciones normales.
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